Algo que los expertos estudiaron al detalle, realizando hasta casi 8 mil resonancias magnéticas en hombres y mujeres en 29 países y teniendo en cuenta dos métricas: el Índice de Brecha de de Género y el Índice de Desigualdad de Género. Esta investigación, liderada por Nicolas Crossley y algunos expertos de la Universidad Católica de Chile, asocia que este desajuste deriva en una peor salud mental y en una peor resistencia a la adversidad en el caso de las mujeres.
De hecho, la hipótesis inicial que manejaban los expertos era que existirían pocas diferencias estructurales entre los cerebros de los hombres y las mujeres en países con igualdad de género. Sin embargo, y después del estudio, confirmaron que esos cambios se acrecentaban en los territorios con mayor desigualdad de género. Tanto es así que la investigación concluye que el grosor cortical del hemisferio derecho del cerebro tiende a ser más fino en las mujeres que en los hombres.
De esta forma, estos resultados muestran que detrás de este desajuste se encuentra un mecanismo neural que es el que provoca que los resultados de las mejores sean más bajos. A su vez, los expertos también puntualizan en que los factores externos cambianten alteran aún más estas diferencias.
Los expertos también aseguran que se puede ser un efecto «potencialmente peligroso» el hecho de que exista desigualdad de género y demuestran que políticas de igualdad basadas en neurociencia puede ser una buena alternativa para paliarlo.
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