El motivo principal es que se trata de un producto cuya composición en su versión industrial deja mucho que desear. Esto es lo que se deduce del estudio más reciente realizado por la Organización de Consumidores, desde donde explican que en las casas ya no es habitual que se preparen natillas caseras al estilo tradicional y que cuando se hace, recurrimos a preparados en polvo que combinan almidones y espesantes, azúcar, aromas, colorantes y algunos otros aditivos.
Lo más saludable es sin duda hacerlas en casa con ingredientes naturales. En el caso de las artificiales, las del supermercado, el consejo de la OCU es mejor evitarlas. Para llegar a esta conclusión han analizado treinta y tres variedades de natillas, trece de ellas de vainilla, doce de chocolate y ocho de vainilla con galleta. Desde un laboratorio acreditado se analizó el etiquetado, la composición nutricional, los ingredientes y su seguridad alimentaria e higiénica, además de realizar una cata a ciegas de expertos.
La conclusión fue clara: la OCU prefiere no recomendar ninguna compra. El motivo fundamental es la presencia excesiva de azúcares en todas las marcas analizadas, especialmente en aquellas que llevan galleta.
Y es que en algunas marcas la cantidad de azúcar supera los 22 gramos por envase, lo que equivale a tres sobres de azúcar, que es prácticamente el límite ideal de ingesta de azúcar que considera la OMS para un niño de 7 a 12 años (25 g al día).