¿Alguna vez has soñado que se moría un ser querido, qué se te caían los dientes o que tu pareja te era infiel? Tranqui, no estás solx. Este tipo de pesadillas son más comunes de lo que tú mismo te piensas. Y sí, todos estos tipos de pensamientos tienen un significado detrás.
No existe una teoría exacta del motivo por el que tenemos pesadillas. A veces es porque hemos cenado mucho, otras porque nuestro subconsciente nos juega una mala pasada y otras porque estamos en una época de estrés. Sea como sea, estos pensamientos oníricos nos producen miedo, ansiedad, angustia y terror y, peor aún, nos hacen dar un bote de la cama y despertarnos.
¿Qué es el trastorno de las pesadillas?
Las pesadillas son un tipo de sueños intrusivos muy comunes en niños, sobre todo los que se encuentran entre los 3 y los 6 años, pero lo cierto es que pueden manifestarse a cualquier edad. No obstante, aunque las pesadillas son muy comunes, el trastorno de pesadillas es diferente. Esto se da cuando, de manera habitual, tenemos estos sueños que nos causan angustia, interrumpen nuestros sueños y acaban provocándonos pavor a la hora de irnos a la cama y tener que dormirnos.
El trastorno por pesadillas es un problema médico vinculado a algunas enfermedades psicológicas. No se sabe exactamente qué provoca la aparición de las pesadillas, aunque sí está clara su función adaptativa cuando sentimos estímulos estresantes para el organismo. Asimismo, es recomendable tenerlas en cuenta ya que pueden ser una señal de otra enfermedad, por lo que podría ayudarnos a iniciar un tratamiento temprano.
Algunos síntomas que pueden derivar en pesadillas son:
- Depresión y ansiedad: Los episodios relacionados con la depresión y la ansiedad suelen provocar fuertes pesadillas, ya que a nuestro cerebro le cuesta más gestionar las emociones.
- Trastorno del sueño como la apnea y narcolepsia: No se conoce exactamente el mecanismo de estas alteraciones, pero sí es cierto que al despertarse de manera repentina puede traer consigo sensaciones de asfixia y pánico.
- Trastorno del estrés postraumático (TEP): Cuando algunas personas tienen experiencias que ponen en peligro su supervivencia, es normal que después tengan más pesadillas, debido al momento que han sufrido.
¿Qué hacer para no tener este tipo de sueños?
No hay ninguna teoría que te pueda garantizar al cien por cien que nos vas a volver a tener este tipo de sueños, pero sí existen algunos tips que te pueden ayudar a mejorar tu descanso y evitar así que aparezcan las pesadillas:
- Evita el exceso de café, tabaco, alcohol y sedantes: Es importante controlar la hora a la que hacemos algunas de estas cosas, pues todo ello es excitante para nuestro cuerpo.
- Hacer ejercicio puede ser muy beneficioso para nuestra mente y también para nuestro organismo.
- Mantén una rutina estable, es decir, intentar levantarte y acostarte a la misma hora.
- No usar dispositivos electrónicos, pues al final esto nos interrumpe la fase de nuestro sueño y nos prolonga la hora de dormir.
- Emplear técnicas de relajación. Seguramente en alguna ocasión has escuchado la palabra mindfulness, meditación o yoga. Todos ellos son ejercicios de respiración que te hacen sentir mejor, sobre todo a la hora de conciliar el sueño.
