Estos han ejecutado una investigación publicada en la revista Alzheimer & Dementia: Diagnosis, Assesment & Disease Monitoring en el que han tomado una muestra de más de 12.000 participantes con una edad media de 71 años y sin diagnóstico de demencia.
En este análisis se ha estudiado que a un 37% participantes, concretamente a 4.637 personas, se les ha suministrado vitamina D. Y es que durante diez años, cerca de 2.696 participantes habían acabado padeciendo demencia o alguna de sus variantes. Lo llamativo es que, de estos, el 75% no había tomado suplementos de vitamina D antes de comenzar con el diagnóstico, mientras que el 25% sí lo había hecho.
El suministro temprano de esta vitamina, antes de comience el deterioro cognitivo, podría ser “particularmente beneficiosa”, según han reflejado los expertos en el estudio. Por lo que una de las conclusiones más importantes que se ha extraído de la investigación es que se ha extraído que existe un 40% menos de incidencia de demencia en las personas que toman vitamina D en comparación con las que no la toman.
El estudio también ha demostrado que esta mejoría es más notoria en mujeres que en hombres y en los pacientes que presentan una cognición normal frente a los que ya tenían un deterioro cognitivo leve.
Otro de los datos más significativos que ha podido demostrarse en el estudio es que las personas que ya poseían el gen APOEe4 tienen más posibilidades de padecer demencia y que, sus cuerpos absorben mejor la vitamina D.
Zahinoor, uno de los investigadores y autores principales del estudio, ha explicado que son datos reveladores, pero también un tanto “contradictorios” puesto que, aunque exista evidencia científica que explique que la vitamina D tiene altos beneficios para el funcionamiento del cerebro, sobre todo, si se suministra de forma temprana, todavía queda mucha investigación por hacer.
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