Todo lo que la saliva hace por ti y tú sin saberlo

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Ha caído en nuestras manos el libro Líquidos, del catedrático del University College de Londres Mark Miodownik y de él nos han sorprendido muchas cosas de las que cuenta. Habla de fluidos, entre ellos, de la saliva a la que confiere tres dones: lubrica, mitiga el dolor y nos protege.

¿Sabías que…

La saliva es un líquido presente en la boca y que es producida por las glándulas salivales. La saliva humedece los alimentos para facilitar la digestión y ayuda a proteger la boca contra las infecciones. La saliva tiene los siguientes componentes: un 99% de agua. El resto, el 1% contiene otras sustancias como lisoenzimas, proteínas, iones de cloruro, bicarbonato, enzimas, etc.

Sabor

Y es que en los humanos, la saliva nos permite distinguir los sabores pero, además, nos facilita la deglución ya que contiene enzimas que descomponen los alimentos; entre ellas destaca la amilasa, que transforma el almidón en azúcares.

Dolor

La saliva ayuda a la curación de las heridas de dos formas: por un lado, crea un entorno húmedo que favorecen el trabajo de las células que se encargan de reparar el tejido. Por otro, concentra proteínas que facilitan dejar de sangrar.

Pero aún hay más. La saliva contiene compuestos analgésicos que alivian el dolor dental. En esto tiene mucho que ver la opiorfina una sustancia que se asocia a la felicidad y que es más potente que la morfina.

Protección

En la boca viven 700 tipos de bacteria que se alimentan de azúcar. Por eso, debemos evitarla. Según Miodownik , la saliva arrastra constantemente las bacterias y restablece el pH neutro de la boca. Además, contiene calcio, fosfato y flúor que ayudan a la reparación del diente al depositarse sobre el esmalte y establecer una barrera de protección ante los ácidos.

Si tienes la boca seca, puede ser consecuencia del estrés

Una sequedad bucal persistente puede causar infecciones en la boca, enfermedad de las encías y caries dental. Se llama xerostomía.

La sequedad de la boca puede ser un efecto de una enfermedad, de la deshidratación, del estrés o ansiedad. Lo normal es producir entre 0,75 y 1 litro de saliva al día. 

El estrés afecta al sistema nervioso central y con ello, a las glándulas salivares que no pueden hacer su función correctamente.