Dicen que nadie es profeta en su tierra, pero eso es algo que definitivamente no podemos aplicar a Manuel Carrasco, uno de los artistas más aclamados en nuestro país y cuyos mayores hitos han sido conseguidos en su Andalucía natal. Orgulloso de sus raíces, en los últimos meses el cantante, en colaboración con Vive Andalucía, está lanzando diversas canciones en honor a cada una de las provincias andaluzas.
Su querida Huelva, Málaga, Jaén, Sevilla, Granada, Córdoba… todas ellas tienen ya su pequeño homenaje de parte de Manuel Carrasco. La gente de Almería y Cádiz ya está expectante por descubrir la canción del artista a su tierra, con la que seguro logrará erizarles la piel. Y es que la sensibilidad, el cariño y el orgullo con el que el onubense crea estas canciones hace que el resultado sea realmente emocionante.
Aquí te recopilamos todas las publicadas hasta el momento. ¡Nos encantan!
Manuel Carrasco pone en valor la tierra del aceite a través del verde de sus paisajes.
Jaén,
plaza de Santa María
deja que mire de cerca
tus ojillos verde oliva
Jaén,
te divisé desde el castillo
la luna en Santa Catalina
qué bonita se veía en la cruz de los suspiros
Los tambores ya resuenan,
los ‘vivas’ clamando al cielo
Jaén se echa a la calle
porque el viernes por fin sale
Padre Jesús, el abuelo
El verde de Andalucía
el verde de tus olivares
el verde que está en tus venas
el verde, el verde aceite en tu sangre
Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos
decidme en el alma quién
quién levantó los olivos
Hay nidos de los gavilanes
tus paisajes inspiraron
el corazón y la pluma
de don Antonio Machado
La comarca de la loma
olla del renacimiento
a las claritas del día
el barro cobrando vida a manos de los alfareros
Y de los cerros de Úbeda
veo la sierra de Cazorla
con Segura y las villas,
Dios mío, qué maravilla
el interior cuando asoma
El verde de Andalucía
el verde de tus olivares
el verde que está en tus venas
el verde, el verde aceite en tu sangre
Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos
decidme en el alma quién
quién levantó los olivos
quién levantó los olivos
quién levantó los olivos
Decidme en el alma quién…
Andaluces de Jaén
¡Ay, mi Málaga, la bella!
Vengo como un cenachero
pregonando mis letrillas
pa’ que sepas lo mucho que yo te quiero…
Y te he hecho con mis manos
en la feria una mañana,
con nerdos y jazmines blancos
las más bonitas biznagas
Castillo de Gibralfaro,
la Alcazaba, la Alameda,
la gente en la calle Larios, Trinidad, La Rosaleda…
¡Ay, mi Málaga la bella!
Cuando estoy a tu verita,
a mí lo demás me sobra,
si estás tú, yo estoy perita.
¡Qué bonita melodía el Tintero pregonando!
Yo soy uno más de ellos que mi amor lo voy cantando,
los espetos de caricia, en la playita de El Palo
que Málaga vio nacer a Don Pablo Ruiz Picasso.
¡Ah, el lunes de los milagros
ah, la noche de las promesas
ah, el Cautivo de blanco
ah, que no se apague la vela!
¡Ay, Caminito del Rey!
En ti la Cueva de Nerja,
las estrellas contemplando
en El Torcal de Antequera…
¡Ay, Caminito del Rey,
con Ronda la Sierra Blanca,
con un actor de Bandera
y con Chiquito de la Calzada!
¡Ay, mi Málaga la bella!
Que si tú me das tu amor,
tú serás aún más choquera
y yo seré más boquerón
¡Ay, mi Málaga la bella!
Que si tú me das tu amor,
tú serás aún más choquera
y yo seré más boquerón.
Granada, las palabras sobran.
No hace falta que lo diga,
lo sabe el mundo y cualquiera,
que la Alhambra es la primera
de las siete maravillas.
Y en ti, Federico, Carlos Cano y Morente.
En ti el embrujo tras la historia que se siente
En ti, el Paseo de los Tristes
y el rumor del río Darro susurrándote al pasar.
En ti una zambra en una cueva
y en la Torre de la Vela un suspiro que se va,
que se va detrás de ti
Granada, las palabras sobran,
no hace falta que lo diga
Granada, las palabras sobran,
no hace falta que lo diga
Manuel Carrasco homenajeó a la tierra que le vio nacer con un fandango que nos roba el aliento.
Un fandango
con cinco frases sencillas,
to’ te lo dice un fandango
Con qué poco tierra mía
al mundo le dices tanto…
Mi Huelva, qué maravilla
Dame una puesta de sol,
y del campo la verdad.
Levanta la persiana de la noche,
la brisita de la mar.
Ahí llevas mi corazón,
hay tanta historia detrás,
cuidado que cuando te mira Huelva
te puedes enamorar
La capital andaluza es muy especial para Manuel Carrasco, y es que en el estadio La Cartuja consiguió el mayor récord de asistentes a un concierto para un artista solista en nuestro país.
Hay amores que duran toda la vida
Pueden ser una esquinita, un callejón Hay amores que terminan y se guardan Hay amores donde sobran las palabras Ay, Sevilla que es como el que te tengo yo Oh-oh
Porque este amor tiene un Sol pintando un río Santa cruz, la soledad Un vestío de volante, una escalera donde espera la piedad Un bar llenito de gente, un rey poeta, un pasado musulmán Una bolita de cera entre las manos Un costalero y su costal
Porque este amor es tan grande que no cabe en una sola canción Y si cabe en un estadio, yo lo siento como si fuéramos dos Bailando por Sevillana, al repicar de mi latido Yo te espero en la portada como cuando era un chiquillo
La-ra-ra-ra La-ra-ra-ra La-ra-ra-ra-ra-ra La-ra-ra-ra
Un amor, eso a medida que se le fue dando forma En la calle Alfarería, sentaíto en Santa Ana Caracole’ a la fresquita, el incienso por las venas El respeto en la mantilla
Hay amores que atraviesan la garganta Que cuando quieres nombrarlos son canción Hay amores que quedaron en mi playa Hay amores que cuando dicen mi alma Ay, Sevilla, se me enciende el corazón
Porque este amor tiene un puente y dos orillas Unos tango’ en la tres mil Un suspiro en la campana, miro al cielo cuando llega el mes de abril La estrella por San Jacinto, el tres caídas, su madre yendo detrás Un amigo que sujeta tus palabras cuando ya no puedes más
Porque este amor es tan grande que no cabe en una sola canción Y si cabe en un estadio, yo lo siento como si fuéramos dos Bailando por sevillanas al repicar de mi latido Yo te espero en la portada como cuando éramos niños
La-ra-ra-ra La-ra-ra-ra La-ra-ra-ra-ra-ra La-ra-ra-ra
Hay amores que duran toda la vida Hay amores Sevilla, Sevilla, Sevilla Sevilla, Sevilla, Sevilla Sevilla, Sevilla, Sevilla, Sevilla
Plaza de la Corredera,
brindando por ese mayo
De cruces que anuncian Feria,
de balcones y patios
Torre de la Calahorra
mirando el puente romano
un atardecer cualquiera,
la luna de centinela,
me imaginé de tu brazo
Con la mezquita de fondo,
que hasta temblaban los arcos
ay, Córdoba, vida mía,
mi boca no se atrevía,
pero qué bonito fue pensarlo
Perderme en la Judería,
Callejuela de las Flores
deshojo la margarita
en un patio de colores
Ay, Córdoba, la sultana
tú la musa del poeta
por eso, cuando me baila
es que pierdo la chaveta.
El miércoles santo en la calle
ay, Dios mío, qué bonito
la calle Esperanza de blanco
saliendo de capuchino
Yo no sé cómo explicarlo,
yo no sé cómo decirlo
que hasta el Cristo de los Faroles
cuando la vio entre las flores
lloraba como un chiquillo
Perderme en la Judería,
Callejuela de las Flores
deshojo la margarita
en un patio de colores
Ay, Córdoba, la sultana
tú la musa del poeta
por eso, cuando me baila
es que pierdo la chaveta.
La Córdoba que me enciende
tiene los ojillos negros
el corazón en la boca
lleva un clavel en el pelo
De geranio su cintura
el río baña su cuerpo
la guitarra de un amigo
que el flamenco va sintiendo
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