Pero por suerte, esto es solo uno de los bulos más que giran en torno al ahorro energético. Pues, es absolutamente falso. Y es que, por muchos imanes que pegues en tu nevera, por muchas hojas de rutinas, horarios del cole de tus hijos que cuelgues de ellos y por muchas notas de amor (o simplemente de recordatorios) que le dejes a tu chico o chica colgadas de ella, tu aparato no va a consumir más electricidad.
«Todo en este mito es falso, incluyendo los estudios científicos», recalcan desde la página web de Endesa, una de las principales compañías eléctricas del país, desmintiendo así cualquier tipo de rumor o información contradictoria sobre el hecho de que estos souvenirs encarezcan la vida a final de mes más allá del coste que tiene para el bolsillo su compra en un bazar o puesto de playa.
Pero el aumento del coste de la factura de la luz no es el único bulo que circula alrededor de los imanes. Estos pequeños adornos de nevera también han vistos como las informaciones falsas tratan de dañar su reputación diciendo que sus campos magnéticos son capaces de dañar la comida que se guarda en la nevera o en el congelador, algo que también es absolutamente falso.
De hecho, según sostiene el mismo post de Endesa en el que acalla el otro bulo, la compañía recalca que los campos magnéticos de los imanes de tipo decorativo son tan pequeños que no es ni capaz de cruzar la puerta de la nevera o del congelador de nuestras casas, y mucho menos de uno de tipo industrial.
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