Lo ha contado en la segunda temporada del reality que protagoniza en Netflix, concretamente en el capítulo cinco del mismo es donde le confiesa a una de las «queridas» cómo llama a su círculo de amigos más cercano dónde mantuvo relaciones con Ronaldo.
Georgina les enseñaba a sus amigos cómo estaba quedando la reforma de su casa de Madrid y les contaba la historia de su tatuaje que desencadenaba en un momento de lo más sensual.
Y es que la influencer cuenta que se acababa de hacer un tatuaje en los brazos y no podía mojárselos. Evitó ir a la playa y además se forró los brazos de esparadrapo para evitar que el agua le rozara, pero cuándo llegaron a casa la cosa cambió: «Me dijo Cris que fuéramos al spa. Pues vamos. Estaba superrayada y la primera vez que me metí en el jacuzzi entré con los brazos así levantados».
Y continuaba: «Estaba cansada de estar con los brazos así. Además, en la piscina de casa no hago pie casi y digo, ‘Me rindo'». Una confesión ante la que su amigo el periodista y colaborador de tele Iván García le decía, «El amor lo podríais haber hecho en la cama no en el spa», y ella nerviosa insinuaba que lo hicieron en el spa.
«¿Hicisteis el amor en el spa?», pregunta entonces su hermana y la joven reaccionaba con una risa nerviosa, que les hacía pensar a todos que la pareja mantuvo relaciones allí a pesar de que Georgina no lo confirmaba ni lo desmentía.
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