Puede orientarte un estudio elaborado por la Fundación Española de Nutrición, titulado El valor nutricional del aperitivo, que analiza las propiedades nutricionales de 25 pinchos típicos de diferentes regiones.
Algo que tienen en común casi todas las tapas es su alto valor calórico, esto se debe fundamentalmente a que suelen llevar gran cantidad de harinas refinadas en su composición, rebozados que permiten a los bares sacar una buena cantidad de comida a la vez.
Ir de tapas es una de las costumbres españolas más arraigadas. Las tapas son un estilo de vida y una forma de crear cultura. Comer de tapas o ir de tapeo es un ritual en algunas zonas de nuestro país: San Sebastián o Granada son los ejemplos más claros de esta fantástica tradición gastronómica.
La nutricionista Nerea Segura explica a Telemadrid que una simple ración de croquetas tiene 150 calorías, contienen muchos carbohidratos simples y grasa por el aceite. Un truco para reducir el aporte calórico es aprender a freír bien, cuando sale humo de la sartén ya estaremos cociendo la croqueta con lo que el aceite pasará al interior de la misma, si las freímos antes de que humee, creamos una especie de gabardina o capa protectora que evite que el aceite penetre.
La tortilla de patata nos aporta unas 300 calorías aunque es uno de los mejores pinchos ya que sacia y además en la mayoría de los bares cuecen las patatas con lo que su aporte calórico se reduce. En el caso de las patatas bravas, nos aportan algo más de calorías debido a las salsas y a la gran cantidad de aceite que se utiliza para freírlas.
En el top de las tapas están los torreznos, con 600 calorías por ración, se trata de un alimento frito que es pura grasa y nada recomendable si te quieres cuidar un poco. Le sigue la morcilla, dos rodajitas de morcilla con una rebanada de pan nos aportan 455 kcal.
En cuanto a la cerveza sin alcohol nos aporta calorías vacías y la cerveza normal el doble de calorías.
La buena noticia es que si te quieres cuidar, no tienes por qué ver cómo los demás «tapean» mientras tu miras.
Existen opciones de tapas con muchas menos calorías y con un gran sabor. En general todas aquellas cuya base es el marisco, la carne o el pescado.
Por ejemplo unos mejillones, ventresca, salpicón de pulpo o unas gambas al ajillo, nos van a aportar menos calorías y además al tener cómo base las proteínas sacian más.
Unas setas, unos pimientos de Padrón, un revuelto o unas verduras a la plancha son otras opciones saludables, además de aceitunas, pepinillos o un puñadito de frutos secos.
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