Aunque han pasado varias horas en el hospital no ha querido explicar el motivo por el que acudía al mismo, aunque todo apunta a que sea una gripe tan común en esta época. Tal y como explican desde La Razón, «a su salida, ha evitado pronunciarse ante la prensa sobre las razones que la han llevado al hospital, aunque lucía una mascarilla que podría indicar que está pasando por algún tipo de enfermedad propia de estas fechas, como una gripe o un resfriado».
Sin embargo, otras fuentes apuntan a que ha podido ser el cansancio de los preparativos de su boda lo que la ha llevado hasta allí e incluso en redes sociales se ha especulado sobre que podría haber acudido a realizar un control de un posible embarazo, algo que es una mera especulación que surge al hilo de lo que ella mismo dijo sobre ser madre en una entrevista con la Revista Diez Minutos: «No me queda más remedio que quedarme embarazada pronto». Sea lo que sea, todo parece estar en orden, ya que Tamara abandonaba el hospital sola y por su propio pie.
Por otro lado están los preparativos de su boda, que se celebrará el 8 de julio en la Capilla del Rincón, el palacio del siglo XIX que Tamara heredó de su padre. Estos van «viento en popa». Su vestido será un diseño de la firma Sophie et Voilà y el chef Eneko Atxa será el encargado de elaborar la comida que se servirá en el banquete.
A finales del mes pasado la hija de Isabel Preysler viajaba precisamente a Bilbao, donde la marca tiene su atelier, para ultimar los detalles de su vestido sobre el cual explicaba en El hormiguero que «no es un vestido que todo el mundo vaya a entender, pero a mí me encanta. Es como mi anillo, que no es el más normal del mundo».
MÁS SOBRE: