Al tratarse de ocasiones y reencuentros especiales, es normal atenerse a eso de ‘un día es un día’, pero no hay que dejarse llevar por el fervor de los festejos y hay que estar atentos a los inflados precios de muchos menús porque algunos rozan el abuso. No lo decimos nosotros, lo dice la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
En su último comunicado de alerta, la OCU ha detectado ciertas «restricciones injustas» por parte de los establecimiento en las reservas para comidas o cenas navideñas que se pueden tildar de abusivas, como ha ocurrido en Aragón y algunas provincias de Andalucía.
Desde la Delegación de esta región reprochan que en determinados locales impiden «la libre elección del comensal» y encarecen el precio que sueles pagar por la comida un día normal. Y destacan como una de estas cláusulas desmesuradas la obligatoriedad de comer solo de menú y no poder elegir platos de la carta, así como un único menú para todos, «ignorando posibles alergias o intolerancias».
José Carlo Cutiño, delegado de @consumidores en Andalucía nos aconseja como evitar sufrir abusos como consumidores en las comidas navideñas
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Otra de las imposiciones que se pueden considerar como excesivas es el de elevar los precios de los suplementos de determinados platos dentro de estos menús de Navidad.
«OCU Aragón recuerda que no es obligatorio elegir un determinado menú, ya que el establecimiento debería estar preparado para ofrecer los platos que recoge la carta, igual que cualquier otro día del año y al mismo precio», recoge la nota informativa.
«Se está cometiendo un doble abuso sobre el consumidor, se le está limitando su capacidad de elección cuando en el fondo es un cliente más del establecimiento», denuncia en Canal Sur José Carlos Cutiño, delegado de la OCU en Andalucía. Un derecho como cliente que está recogido en la normativa del año 1987 en materia de información sobre precios e información sobre disponibilidad de los productos.
También alertan de otro gran abuso por parte de los restaurantes el de exigir, para poder hacer la reserva, un anticipo o fianza para asegurar que no vayas a cancelar tu sitio. «Es ilegal cobrar una reserva por el mero hecho de reservar. El cobro de la reserva no puede ser un suplemento, no es un servicio más», señala Cutiño.
Sin embargo, sí te pueden pedir dinero «a cuenta de lo que vas a consumir», es decir, como penalización. «Si tú contratas una comida para 30 personas y luego no te presentas con los 30, le haces un destrozo al hostelero», explica. Aunque también la OCU considera abusivo cobrar por algo que no se ha consumido, incluso aunque sea por asegurar un sitio en la mesa.
Por eso, para parar los pies a los restaurantes que cometen estas prácticas tan generalizadas, recomiendan que, con el menú en mano, los comensales pidan la carta para así comparar precios. Así como acordar por escrito con el local si hay una penalización porque alguno de los comensales no pueda finalmente acudir.