La actriz Marilyn Monroe da nombre a un síndrome que muchas personas padecen: te contamos en qué consiste

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La actriz Marilyn Monroe además de ser un icono de belleza e interpretación da nombre a un síndrome desde el punto de vista psicológico que se utiliza para referirse a aquellas personas que piensan que son juzgadas por su apariencia física, su posición, éxito e incluso por su atractivo sexual.

Lo explican desde lamenteesmaravillosa.es, refiriéndose a la actriz que, «Para sobrevivir en aquel escenario de cámaras, productores y directores de cine debía crear un papel de mujer tremendamente ingenua, despreocupada y siempre radiante. Esa era la imagen que todos querían, la que vendía entradas, la que enamoraba a todos por igual.»

Desde la misma web explican que «El peligro de crear un papel para conseguir admiración y ser siempre ese centro de atención y de deseo permanente es que la propia identidad se acaba marchitando.»

Síndrome de Marilyn Monroe, cómo detectarlo y afrontarlo

Y eso es lo que hizo la actriz, construir e interpretar a la perfección un personaje llamado Marilyn Monroe, rebajando su nivel intelectual constantemente y utilizando un tono de voz infantil con el que seducir, en definitiva siendo otra mujer, una joven ingenua que nada tenía que ver con ella y todo para poder sobrevivir en Hollywood. Así se convirtió en un ejemplo para cualquier mujer que quisiera ser o sentirse atractiva. Todos la admiraban, las mujeres querían ser como ellas y los hombres estar con ella.

Las personas que sufren este síndorme suelen tener rasgos comunes que van de la baja autoestima a la inseguridad por la imagen que proyectan, pasando por los trastornos alimenticios, un perfeccionismo exagerado, los problemas para mantener relaciones sanas hasta los sentimientos de soledad e incomprensión.

Una vez que somos conscientes de padecerlo, la mejor manera de afrontarlo según la psicóloga de BluaU de Sanitas, Delia García es acudiendo a terapia psicológica pero además ayuda llevar un estilo de vida saludable, realizar técnicas de relajación, aceptar la diversidad corporal y mirar las cosas desde una perspectiva positiva.