Hace apenas un mes hablábamos de un reciente estudio publicado en la revista Sleep Health que confirma que dormir entre veinte y treinta minutos de siesta al día es muy beneficioso para nuestra salud y que incluso puede ralentizar el proceso de envejecimiento del cerebro.
Un grupo de científicos de la University College London (UCL) y la Universidad de la República de Uruguay, son sus autores y han analizado los efectos de dormir la siesta en un grupo de personas de entre 40 y 69 años. La conclusión es que «existe un vínculo entre las siestas regulares diurnas y un mayor volumen cerebral total«. Y es que tal y como explican desde Xataka, «la pérdida de volumen cerebral es uno de los efectos de algunas enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer». Es decir, si contribuye a una buena salud cerebral.
Victoria Garfield, miembro del equipo responsable de la investigación explicaba en una nota de prensa: «Nuestros descubrimientos sugieren que, para alguna gente, breves siestas diurnas pueden ser parte del puzzle que ayuda a preservar la salud del cerebro según envejecemos».
Por otra parte el médico experto en sueño, Javier Albares explica en la revista TELVA que «la siesta tiene importantes beneficios para nuestra salud, desde mejorar las capacidades cognitivas y el estado de ánimo, hasta propiciar ajustes beneficiosos para nuestro sistema cardiovascular, como la regulación de la tensión arterial«.