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Shakira y el sinvivir de sus hijos en España: «Los perseguían hasta el colegio»

“La situación que vivíamos en España no era soportable”, admite la artista

Raúl Vázquez Fernández

Desde que Shakira y sus hijos se mudaron a Miami, la familia está viviendo uno de sus mejores momentos. Dejar España fue una decisión que tomó tras su mediática separación de Gerard Piqué y, ahora, afirma que «nunca había visto a mis hijos tan felices».

Tal y como ha relatado para Hola, en España «me dediqué a la crianza de mis hijos y a apoyar la carrera de mi expareja». No obstante, los pequeños pasaron por un auténtico sinvivir.

Ahora, afirma que son «dos niños comunes» al otro lado del charco. «Van a sus extraescolares sin que nadie los persiga, no como en Barcelona, donde teníamos todos los días paparazzi en la puerta. Llevan una vida libre y normal como dos niños comunes, no como hijos de celebridades».

«No podían ir tranquilos al colegio»: Shakira, sobre sus hijos en España

«En España, los niños no podían ir tranquilos al colegio y la situación que vivíamos con la prensa, en la que los perseguían incluso hasta la puerta de su colegio, no era soportable. Esto no tiene nada que ver con mi público español, que siempre ha sido muy cálido y que me ha dado apoyo en todo momento».

«El primer día de colegio ya tenían amigos. Por suerte, son niños muy extrovertidos y tienen grandes amigos que los quieren por lo que son y no por ser hijos de personas famosas. Viven al aire libre y tienen la posibilidad de aprender varios deportes, además de seguir explotando sus talentos en la música, para lo que claramente tienen una predisposición», dice Shakira sobre sus hijos.

 

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Por otro lado, también habló de la famosa canción junto a Bizarrap que dilapida a Piqué: «Sí que había algo de preocupación antes de que sacara la canción. Gente de mi equipo intentó convencerme de que cambiara la letra, pero yo no soy una diplomática de la ONU (Organización de las Naciones Unidas). Soy una artista y, ante todo, una mujer. Siempre he sido honesta conmigo misma y con los demás y no puedo vivir en un mundo en el que tengo que esconder mis sentimientos, en el que no puedo sublimarlos. En esto, el arte cumple una función esencial: no solo la catarsis que representa, sino la capacidad de transmutar tus emociones y el dolor, en fuerza, en determinación, como una verdadera alquimia».

Todo este proceso, relata, le hizo saber que es más fuerte de lo que creía: «Pensé que era mucho más frágil de lo que soy. He entendido que el ser humano tiene una resiliencia enorme y que puede superar cualquier cosa».

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