En los últimos veinte años el aumento de los casos de cáncer de garganta ha hecho que algunos lo califiquen incluso de epidemia. En concreto del cáncer orofaríngeo que afecta a la parte posterior de la garganta y a las amígdalas. En España está entre los diez más diagnosticados y cada año se detectan unos ocho mil nuevos casos.
El virus del papiloma humano (VPH) es su principal causante, además de ser el responsable también de muchos casos de cáncer de cuello de útero. Desde niusdiario explican: «El VPH se transmite por vía sexual. En el caso del cáncer orofaríngeo, el principal factor de riesgo es el número de parejas sexuales a lo largo de la vida, especialmente por la práctica de sexo oral. Las personas con seis o más parejas sexuales orales a lo largo de su vida tienen 8,5 veces más probabilidades de desarrollar cáncer de orofaringe que las que no practican sexo oral».
El profesor del Institute of Cancer and Genomic Sciences, de la Universidad de Birmingham, Hisham Mehanna explica en un artículo publicado en The Conversation que en un estudio que realizó con sus colegas con cerca de un millar de personas sometidas a amigdalectomía por motivos no oncológicos en el Reino Unido,«el 80 % de los adultos declaró haber practicado sexo oral en algún momento de su vida».
Cáncer garganta y vacunación contra el VPH
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El médico habla de la vacunación de las jóvenes contra el VPH, algo que además de prevenir el cáncer de cuello de útero, parece haber cada vez más pruebas eso si, indirectas que hablan de su eficacia para prevenir la infección por VPH en la boca.
Además habla de pruebas que sugieren que en países en los que la cobertura de la vacuna en niñas es alta, esto es más del 85 %, los niños están protegidos por inmunidad de grupo y explica, «cabe esperar que en unas décadas el incremento de la protección conduzca a la reducción del cáncer de orofaringe.» Pero esto solo ocurre si la cobertura entre las niñas es alta y si el individuo permanece dentro del rebaño protegido, pero no garantiza la protección a nivel individual, sobre todo si mantiene relaciones sexuales con personas de países con baja cobertura. Tampoco ofrece protección en países dónde la cobertura de vacunación en niñas es baja, como EE.UU (solo el 54,3 % de las adolescentes de 13 a 15 años habían recibido dos o tres dosis de vacunación contra el VPH en 2020.)
Por todo ello algunos países (Reino Unido, Australia y EE.UU) han optado por incluir a los varones jóvenes en las políticas de vacunación contra el VPH. Sin embargo hay pruebas que se desprenden de algunos estudios de población de que, posiblemente «en un esfuerzo por abstenerse de las relaciones sexuales con penetración, los adultos jóvenes pueden practicar en su lugar el sexo oral, al menos al principio. Sin ser conscientes de que eso también supone un riesgo.»
