Se trata según las palabas del gurú de la felicidad Meik Wiking de crear momentos significativos y convertirlos en momentos memorables.
Y es que ya sabemos que es imposible ser felices todo el tiempo, sin embargo si podemos conseguir serlo a ratitos, conseguirlo no es tan complicado si seguimos unos pasos concretos.
El segundo paso es pensar en una manera de convertir ese momento que hemos escogido en tu momento feliz, por ejemplo cocinar un plato especial o si corres habitualmente cambiar tu ruta.
Lo tercero es tomar conciencia de ese momento y disfrutarlo a tope, vívelo intensamente, no te distraigas mirando tu móvil o pensando en otrs cosas y por último al final del día recuerda esos momentos y agradécelos interiormente. Algo que tal y como explican en la misma publicación, «está científicamente demostrado que aumenta nuestra bienestar y felicidad» y además explican que con esta práctica «contribuirás a crear un recuerdo feliz en tu cerebro….Tu percepción del día será más positiva y, como consecuencia, te sentirás más satisfecho.»
Por otra parte la piscóloga Silvia Álava explica que hay una serie de impedimentos internos que dificultan esa felicidad, «los enemigos de la felicidad», cuidado con ellos. Álava los clasifica en pensar que no podemos ser felices, pensar que nos va a salir todo mal, algo que llama pensamientos barrera, además habla de las ideas irracionales, entre ellas la constumbre de hablarnos con «debería» refiriéndonos a las cosas escogidas. Pensar demasiado, compararnos y la envidia y los celos son otros factores que evitan que seamos felices.
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