Rozalén

Rozalén abre el baúl de los recuerdos y nos cuenta la historia de una pareja muy importante en su vida

La albaceteña ha hablado sobre La Chacha y Ramón, dos icónicas personas de su pueblo

Carmen Álvarez

Puede que Rozalén no esté pasando por su mejor momento y haya perdido  a dos personas muy importantes de su infancia, y también de su vida.

Este pasado lunes, la artista compartía con todos sus seguidores en las redes sociales unas antiguas imágenes de su familia, y también de dos personas muy importantes para ella y su pueblo que son: La Chacha y Ramón.

Según nos ha contado la intérprete de Girasoles en sus redes, la mujer era natural de Letur (Albacete) y el oficio que desempeñaba era el de partera. «Vio nacer a cientos de niños: La Isabel. Con sus manos trajo al mundo a toda mi familia, a mi madre y a sus hermanxs. Nos contaba que nunca se le murió un niño». Esa mujer, tuvo una hija que la apodaron como, La Juliana  y en el pueblo era mundialmente conocida como: ‘La Chacha’. De ella, Rozalén nos contaba lo siguiente: «se convertiría en la mejor amiga de mi abuela Ángeles. De bien jovencitos la Chacha y Ramón se enamoraron y han permanecido juntos hasta el final de sus vidas».

¿Cómo eran los veranos de Rozalén durante su infancia?

 

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Si hay algo que nos ha permitido conocer la albaceteña, mientras cuenta la historia de la vida de esta pareja es cómo fueron los veranos durante su infancia: » Todas las tardes de mis veranos los pasaba en casa de la Isabel, la Chacha y Ramón».

«La vida fue cínica con ellos en su descendencia: tuvieron dos niñas que murieron a los pocos años de vida a causa de enfermedades degenerativas que afectaban a músculos y órganos vitales. Hicieron todo lo que estaba en sus manos para los tiempos que corrían, se gastaron el dinero que no tenían, pero no pudieron salvarles la vida. Las dos llevaban el nombre de Isabel, como su abuela la Partera ‘a la que nunca se le murió un niño’…«. Tras este duro golpe, la artista nos contaba que esta pareja se convirtió: «en los ‘padres’ de todos los niñxs que corríamos y jugábamos por las calles del pueblo«.

«Siempre su casa estuvo llena. Siempre tenían preparada la merienda. Siempre entregaron todo el amor que tenían dentro.
Y ese amor se les fue devuelto… «, reconoce la albaceteña en sus redes.

Como anécdota, Rozalén nos cuenta los siguiente: «A mi madre de niña le preguntaron que ‘quién le habría parido con tanta gracia’. Mi madre respondió: ‘¿pues quién va a ser? Mi Chacha!’».

Un difícil despedida para la artista

El motivo por el que una de las voces más queridas de nuestro país se nos ha contado la historia de estas dos personas es por el siguiente motivo: «Se nos han ido los dos en muy poquito tiempo y a todos se nos ha muerto un poco la infancia al cerrar las puertas de su casa de la calle Albayacin. Pero nacen nuevas flores que lo llenan todo de esperanza. Dicen ‘Pueblo chico, infierno grande’, pero cuando alguien del pueblo parte, parte uno de los tuyos. ¡Cuánto nos hemos querido!«.

Por último, Rozalén finaliza este homenaje de la siguiente manera: «Quería que los conocierais… Este es mi homenaje«.

 

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