Pero primero veamos las etapas del amor. Durante los seis primeros meses se produce el enamoramiento y en ella la atracción física juega un papel muy importante. Tras esta primera etapa llega una fase de aproximadamente tres años y medio en los que lo que predomina es la pasión, además del deseo de intimidad y compromiso con el otro.
Y a partir del cuarto año de relación la importancia de la sexualidad desciende a la vez que aumenta la necesidad de prolongar la relación a largo plazo, es entonces cuando la complicidad entre las dos partes de la pareja alcanza su nivel máximo.
Todas las etapas producen cambios a nivel cerebral, lo explican desde eldiario.es: «Durante las etapas de enamoramiento y consolidación de la pareja ocurren una serie de cambios a nivel cerebral. Los más importantes tienen que ver con la activación de varias regiones cerebrales del denominado circuito de recompensas, como el núcleo estriado o el núcleo accumbens». Y además se incrementa la liberación de las denominadas hormonas del amor, la oxitocina y la vasopresina.
Pero como explican desde psicologiaymente.com, «los neuroquímicos del enamoramiento vienen a chorros y al cabo del tiempo, al igual que pasa cuando alguien consume drogas durante un período largo de un dilatado período, llega la tolerancia o lo que comúnmente se conoce como habituación».