Para aliñar una ensalada, dice el cocinero, es necesario «alguien prudente con la sal, alguien generoso con el aceite y alguien tacaño con el vinagre», y es que aunque la cantidad de aceite, vinagre y sal que echemos depende del gusto de quién lo aliñe y sobre todo de quién se va a comer la ensalada, el orden del aderezo si es importante.
Arguiñano lo explicaba refiriéndose a su receta sencilla de ensalada mixta, en la que dice que lo primero que debemos hacer es añadir la sal, luego el vinagre, que ayudará a deshacer los restos de sal que hayan quedado al mezclar y por último el aceite. «Con esto conseguimos que la sal y el vinagre se adhieran en los ingredientes dándoles un poquito más de sabor, y luego el aceite termine de rematar el plato», explica.
Y si no te gusta el vinagre puedes utilizar limón que además es un gran conservante de los alimentos o incluso mostaza que te ayudará a emulsionar todos los ingredientes mejor. Si te gusta probar sabores diferentes prueba a aliñar tu ensalada con un chorro de naranja, añade cebolleta y aceitunas.
Y una cosa más que es importante, aliña tu ensalada justo antes de sentarte a la mesa, así evitarás que las hojas de lechuga y otros ingredientes se queden mustios sobre todo por estar demasiado tiempo impregnados en aceite.