La recomendación de Karlos Arguiñano para aliñar tus ensaladas: el orden si importa

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En verano las ensaladas son uno de los platos estrella y es que hay un montón de variedades e ingredientes que puedes utilizar para conseguir un plato fresquito, fácil de hacer y muy poco calórico. Pero no solo son importantes los ingredientes que le echemos a nuestra ensalada, también lo es y mucho el aliño que utilicemos y el orden en que  lo echemos. Nos lo cuenta alguien que de esto sabe y mucho, Karlos Arguiñano.

Para aliñar una ensalada, dice el cocinero, es necesario «alguien prudente con la sal, alguien generoso con el aceite y alguien tacaño con el vinagre», y es que aunque la cantidad de aceite, vinagre y sal que echemos depende del gusto de quién lo aliñe y sobre todo de quién se va a comer la ensalada, el orden del aderezo si es importante.

Arguiñano lo explicaba refiriéndose a su receta sencilla de ensalada mixta, en la que dice que lo primero que debemos hacer es añadir la sal, luego el vinagre, que ayudará a deshacer los restos de sal que hayan quedado al mezclar y por último el aceite. «Con esto conseguimos que la sal y el vinagre se adhieran en los ingredientes dándoles un poquito más de sabor, y luego el aceite termine de rematar el plato», explica.

Aliñar ensaladas

Y explica la razón de este orden tan concreto, «Si añadimos primero el aceite y luego el resto de ingredientes ninguno de los productos que echamos en la ensalada se van a empapar de la sal o el vinagre porque van a resbalar en el aceite, convirtiendo la ensalada en una balsa».

Y si no te gusta el vinagre puedes utilizar limón que además es un gran conservante de los alimentos o incluso mostaza que te ayudará a emulsionar todos los ingredientes mejor. Si te gusta probar sabores diferentes prueba a aliñar tu ensalada con un chorro de naranja, añade cebolleta y aceitunas.

Y una cosa más que es importante, aliña tu ensalada justo antes de sentarte a la mesa, así evitarás que las hojas de lechuga y otros ingredientes se queden mustios sobre todo por estar demasiado tiempo impregnados en aceite.