¿Quieres adelgazar y alargar tu vida? Di sí a la comida picante

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En más de una ocasión nos ha asaltado la siguiente duda: ¿Qué tengo que hacer o qué tengo que comer para alargar mi vida? Pues bien, ahora estas dudas y preocupaciones tienen respuesta e incluso solución… y no vienen de la mano de la fuente de la juventud.

Son muchos los estudios -y no estudios cualquiera- que revelan que hay ciertos alimentos y hábitos en nuestra vida que nos ayudan a ser más longevos, y que deberíamos consumirlos y llevarlos a cabo si queremos vivir más y tener una buena salud.

Además, comer picante hace sudar, otro de los beneficios que tiene. Se suda porque aumenta la temperatura corporal y esto provoca que se acelere nuestro metabolismo y se quemen más calorías más rápido. Es decir, el picante también ayuda a adelgazar. Mejor dicho, tiene un efecto saciante que puede evitar que ingiramos más alimentos y tiene la propiedad de elevar el gasto calórico.

Pues bien… ¡toma nota! Porque vas a querer empezar a consumirlos ya… y quién sabe… a lo mejor empiezas rápidamente a sentirte más joven.

Amantes del picante, ¡estáis de suerte!

Estas recomendaciones y estudios vienen de la mano de un grupo de científicos de la Universidad de Vermont, Estados Unidos, que han revelado que el consumo de chiles picantes reduce en una cifra bastante considerable (13%) la mortalidad.

Esto se debe a que este alimento cuenta con un componente llamada capsaicina que tiene un poder importante en los mecanismos celulares y moleculares de nuestro cuerpo, además de ayudar a prevenir la obesidad y otros problemas de flujo sanguíneo, y cuenta con propiedades antimicrobianas.

El estudio de la Universidad de Vermont revelaba que aquellas individuos que participaron en el estudio y que consumían este producto picante, tenían un menor índice de colesterol HDL y que además solían ser hombres jóvenes mexicanos o estadounidenses.

Los chiles picantes son un alimento que te ayudarán a mejorar y alargar tu vida, además de prevenir problemas de salud como las enfermedades cardiovasculares o derrames cerebrales.