Dolor de cabeza, mareos, ganas de vomitar o malestar general… Si tienes algunos de estos síntomas este verano después de una larga jornada en la playa, en la piscina o en cualquier lugar que suponga estar expuestos al sol, ¡alerta naranja! podrías estar sufriendo una insolación.
Los golpes de calor aparecen cuando nuestro cuerpo ha estado expuesto durante una larga jornada al sol y no logra regular su propia temperatura, alcanzando los 40º. La llegada del verano es una de las épocas más propicias para sufrir una insolación y es muy importante saber cómo actuar y algunos remedios para combatirla.
Respetando el refranero español, más vale «prevenir que curar» y para ello, nada mejor que seguir unos consejos básicos: Es importante evitar la exposición al sol en las horas de máxima calor. Evitar las bebidas con mucha azúcar o alcohólicas como remedio para la deshidratación. Aplicar crema solar, así como vestir con ropa ligera. Refrescarnos de forma continua y evitar el sol en momentos álgidos de calor.
¿Cómo actuar ante una insolación?
Lo primero y más importante cuando nos encontramos en esta situación es pedir ayuda a un sanitario, llamando a los servicios de urgencia si fuera necesario. Mientras tanto, es recomendable según el Dr. Paredes hacer lo siguiente:
Trasladar a la persona a un lugar donde haya sombra y donde haga fresco, es decir, alejarlo del calor lo más rápidamente posible.
Colocarlo en una posición semisentada y con la cabeza ligeramente elevada para beneficiar la respiración.
En caso de estar inconsciente, mantenerlo tumbado con las piernas flexionadas y esperar a los sanitarios.
Intentar bajar la temperatura corporal de la persona afecta.
Si la persona está consciente, darle pequeños sorbos de agua fresca de manera continua.
Getty
¿Cuánto dura una insolación?
La duración de una insolación depende según la gravedad de los hechos. En general, un paciente que ha sufrido los efectos tardará en recuperarse entre 24 y 48 horas, aunque si el caso se ha complicado más, la recuperación puede alargarse.
Según el doctor en Medicina y Cirugía, Francisco Paredes, algunos de los efectos que puede sentir nuestro cuerpo tras una insolación son los siguientes:
Dolor de cabeza.
Sensación de estar agotados.
Temperatura corporal alterada.
Tener mucha sed, a pesar de beber agua y de sentirnos hidratados.
Calambres musculares intermitentes en las extremidades.
