Desde que dio comienzo el verano hemos estado informando (y advirtiendo) de los posibles riesgos que se nos pueden presentar durante las vacaciones; como lo que no debes hacer si quieres evitar robos en casa estando fuera, cómo aplicarte el protector solar correctamente o qué hacer ante las quemaduras solares. Pero eso no es todo…
No queremos ser agoreros —ni mucho menos—, ya que las vacaciones están para disfrutarlas, pero hay ciertos peligros que, aunque no son tan frecuentes ni nos cuesten la vida, sí es mejor tratar de evitarlos. Uno de ellos es el de la avalancha de medusas en determinadas playas de España.
Cada año se repiten las alertas informando de cuáles son las orillas en las que se concentran gran parte de estos animales marinos y de cómo actuar ante una picadura. Pero no es el único peligro que podemos encontrarnos cuando nos zambullimos en el agua y aunque son de sobra conocidos, no todo el mundo conoce la existencia (y amenaza) del pez araña.
Ha sido este año cuando se han multiplicado las notificaciones advirtiendo de las picaduras del Trachinus draco, un pez escorpión (conocido también como faneca brava, escarapote, sabirón o salvario) que, lejos de lo que pueda parecer por su nombre, no se parece en nada a uno de estos arácnidos; pero sí tiene agijones.
Desde Canal Mar Menor, el servicio de información y atención a la ciudadanía sobre estas aguas de la Región de Murcia, explican que el pez araña suele habitar en fondos blandos, arenosos o fangosos, es decir, en los sitios donde sea capaz de enterrarse dejando únicamente los ojos a la vista.
Y aunque matizan que se puede encontrar en hasta 100m de profundidad, es más frecuente verlo en zonas menos profundas. El verdadero peligro de estos animales se encuentra en su primera aleta dorsal de color negro, donde están las espinas venenosas «cuyo pinchazo es extremadamente doloroso».
Pero, ¿cómo podemos identificarlo? Esa es la principal cuestión si queremos evitar la picadura del pez araña. Y la respuesta a este planteamiento la tiene Miguel Assal, instructor de Emergencias del Samur y divagador de primeros auxilios, como él mismo se define.
El experto en emergencias ha tratado de resolver estas dudas al público y ha publicado un vídeo explicativo en sus redes sociales en el que cuenta cómo podemos reconocer a este pez. Como él mismo recoge en su publicación, hay que fijarse en tres «puntas» de color oscuro que sobresalen de la arena, cuando estamos en la orilla.
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«Produce dolor inmediato, nada más te pica y siempre suele ir de abajo hacia arriba. Por eso hay que actuar cuanto antes», alerta Assal. Aunque te pille en la playa, lo más importante es que busques enseguida un puesto de socorro o, en su defecto, el chiringuito más cercano.
Después, tienes que introducir, en la mayor brevedad posible, el pie o la zona afectada por la picadura del pez araña en un recipiente con agua caliente. No se trata de que te quemes, pero el líquido sí tiene que estar a temperatura más caldeada. Hundirlo en la arena caliente también alivia.
Así, debemos mantener la herida sumergida en este agua caliente durante «al menos 30 minutos» o hasta que empieces a notar que el dolor se reduce. «El agua caliente neutraliza las toxinas», aclara el experto.
Eso sí, nada de tocarse la picadura con las manos, frotarlo o tratar de apretarlo. Si se te ha quedado alguna de las púas clavadas en la zona, no hay que frotar, sino tratar de retirarlas con un objeto plano, como una tarjeta de crédito. «Si después de 30 minutos el dolor o la inflamación continúan, debes acudir a un centro o servicio de rgencias», insta Assal.
Más aún si la picadura de estos peces te ha provocado otros síntomas, como náuseas, dolor de cabeza, vómitos o «dificultad para hablar, tragar o respirar porque puede producirse un shock anafiláctico«, apunta.
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