Según expertos en psicología, esta es una conducta que se da entre dos individuos que ya han acabado una relación amorosa y mediante las redes sociales. Es decir, cuando ambos dejan de tener contacto físico, pero siguen existiendo las interacciones a través de plataformas como Instagram o Twitter. Algún ejemplo podría ser dar ‘me gusta’ a alguna foto, revisar historias, compartir contenido, etc.
El orbiting es una variante del ghosting. Mientras este es la magia de esfumarse, de dejar “en visto” un mensaje en redes, de desaparecer abruptamente con la inestimable ayuda de la tecnología, el orbiting traza una órbita alrededor del ex en la que ocurren cosas que pueden confundir a la otra parte.
Es importante identificar cuando suceden conductas de este tipo, ya que pueden dificultar el duelo de las rupturas, causando confusión en una o incluso las dos partes. Para ello es necesario establecer límites o incluso cortar directamente cualquier tipo de interacción.
Tú eres la única persona que puede decidir si el hecho de ser orbitado está afectando a tu bienestar, así que tendrás que escucharte bien y no dejar que nadie te quite impida superar la ruptura, porque al fin y al cabo el único propósito del orbiting es marear y no dejar nada en claro.