Orbiting

Qué es el ‘Orbiting’ y por qué afecta cada vez a más relaciones de pareja

Las redes sociales se convierten en un arma de doble filo

Andrea Romero

Cada vez surgen más términos en inglés para tendencias que, o no tienen nombres concretos en español o históricamente las hemos llamado de otra manera, como por ejemplo el ghosting, que está muy de moda últimamente. Esta situación incómoda en el amor va de la mano de la que hablaremos hoy, el orbiting, que es otra manera de pasar, o no, de alguien a quien le gustas.

Según expertos en psicología, esta es una conducta que se da entre dos individuos que ya han acabado una relación amorosa y mediante las redes sociales. Es decir, cuando ambos dejan de tener contacto físico, pero siguen existiendo las interacciones a través de plataformas como Instagram o Twitter. Algún ejemplo podría ser dar ‘me gusta’ a alguna foto, revisar historias, compartir contenido, etc.

El orbiting es una variante del ghosting. Mientras este es la magia de esfumarse, de dejar “en visto” un mensaje en redes, de desaparecer abruptamente con la inestimable ayuda de la tecnología, el orbiting traza una órbita alrededor del ex en la que ocurren cosas que pueden confundir a la otra parte.

¿Cuál es el primer problema que causa el orbiting?

Es importante identificar cuando suceden conductas de este tipo, ya que pueden dificultar el duelo de las rupturas, causando confusión en una o incluso las dos partes. Para ello es necesario establecer límites o incluso cortar directamente cualquier tipo de interacción.

Tú eres la única persona que puede decidir si el hecho de ser orbitado está afectando a tu bienestar, así que tendrás que escucharte bien y no dejar que nadie te quite impida superar la ruptura, porque al fin y al cabo el único propósito del orbiting es marear y no dejar nada en claro.

Todo esto ocurre porque es más fácil que nunca llegar a tener contacto con alguien, aunque esa persona no quiera. Es cierto que las redes sociales son un gran avance, pero como en este caso si no se usan con un buen fin, pueden llegar a ser un arma de doble filo para mucha gente.