El milagro lo ha provocado una nueva terapia con células CAR-T una tratamiento experimental que consiste en sacar la sangre del enfermo, alterar sus linfocitos T y añadirles un gen con un receptor, para que esas células ‘defensivas’ puedan atacar directamente a las células cancerígenas.
Paulo Peregrino, uno de los 14 pacientes del estudio que ha desarrollado el sistema público de salud brasileño, compartía en sus redes la noticia de su cura.
Niusdiario.es recoge las declaraciones de un oncólogo y reputado profesor de la escuela de Medicina George Washington, Elmer Huerta, para explicar cómo funciona este tratamiento: «Imaginemos que las células cancerígenas tienen encima de su superficie una banderita roja. Nuestras células de defensa no son capaces de ver esas banderitas y por tanto no pueden destruirlas. Entonces lo que se hace con esta terapia es sacarle al paciente sus propias células de defensa, los linfocitos T, y se modifican genéticamente poniéndoles lo que podríamos llamar ‘linternitas’. Entonces se las infunden al paciente y ahora sí esas células, gracias a las linternitas, son capaces de ver las banderitas de las células cancerígenas y eliminarlas. A esto se le llama terapia de células CAR-T, esto es la inmunoterapia».
La terapia CAR-T se compone de medicamentos personalizados para cada paciente ya que se elaboran con la propia sangre del paciente, es decir, se utilizan parte de sus células. Un tratamiento que responde al descubrimiento hace una década de que se podía enseñar y formar a los linfocitos para que fueran capaces de localizar un objetivo concreto, en este caso el cáncer, y acabar con él. En eso consiste la terapia CAR-T.
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