Puede que pase desapercibida, pero lo cierto es que la mononucleosis o enfermedad del beso es infecciosa y de fácil transmisión si no tenemos cuidado. Además, es importante aclarar que no se trata de un malestar que nos tiene un par de días o tres postrados en cama, sino una enfermedad cuyos síntomas pueden perdurar hasta meses después del contagio.
Y no solo se transmite mediante los besos, sino que también puede haber otras vías por las quel virus que lo cause llegue a pacientes sanos. Esto es todo lo que tienes que saber de la mononucleosis:
La mononucleosis infecciosa o la llamada enfermedad del beso, que también es conocida como fiebre ganglionar de Pfeiffer, es una enfermedad aguda, febril y autolimitada, según explican desde la Clínica Universidad de Navarra. Se trata de una afección causada por el virus de Epstein-Barr (VEB), aunque también puede estar causada por otros virus; como el citomegalovirus (CMV).
Ahora bien, ¿a quién puede afectar esta enfermedad? Aunque lo cierto es que se puede contagiar entre diferentes grupos poblacionales, lo cierto es que es más habitual entre los adolescentes y los adultos jóvenes, concretamente entre los 15 y 17 años de edad.
De hecho, desde los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) destacan que al menos uno de cada cuatro adolescentes y adultos jóvenes que se infectan con el VEB presentará mononucleosis infecciosa.
En CDC sostienen que los síntomas de la denominada enfermedad del beso suelen aparecer entre cuatro y seis semanas después de que la persona se contagie y se detectan, normalmente, a través de un análisis de sangre —aumento de leucocitos (células blancas)—. Hay determinados efectos de la mononucleosis que suelen ser comunes en casi todos los pacientes, pero también pueden desarrollar cierto cansancio meses después de haber enfermado.
Estos son los principales síntomas de la enfermedad del virus de Epstein-Barr (VEB):
Existen otros síntomas de esta enfermedad que aunque son menos frecuentes, también pueden darse; como el agrandamiento del bazo y la inflamación del hígado.
Todos los expertos coinciden a la hora de atribuir la forma de contagio de la mononucleosis: por las secreciones orales (saliva). Es decir, a través de los besos o intercambio de saliva. Esta es la vía más común por la que las personas contraen el virus VEB, pero como este no es el único causante, también se pueden transmitir otros a través de de otros líquidos corporales que no sean saliva.
Asimismo, el virus puede llegar a a afectar mediante la sangre (en las transfusiones de sangre y trasplantes de órganos) o el semen (durante las relaciones sexuales).
Para evitar contagiar a más personas de la enfermedad del beso lo que hay que hacer es, como en cualquier afección que sea muy contagiosa, evitar el contacto estrecho con el resto de gente. Tampoco se deben compartir bebidas, cubiertos o comidas ni artículos de uso personal, como el cepillo de dientes.
Ahora bien, no existe ninguna vacuna o medicamente que cure la enfermedad del beso, pero sí hay una serie de hábitos que pueden ayudar a paliar las dolencias y el malestar: beber mucho líquido, descansar mucho y calmar el dolor y la fiebre con ibuprofeno o paracetamol. Eso sí, los expertos advierten de que nunca se debe tomar ampicilina o amoxicilina.
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