Qué es el ‘curving’ en una relación y por qué hay que prestar atención a este fenómeno

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Sí, sabemos lo que estás pensando: cada vez hay más términos anglosajones para definir situaciones de pareja que han existido siempre. En los últimos años se han popularizado términos como ‘ghosting‘ para explicar que te han dejado en visto y han pasado de ti o ‘benching‘ para cuando la persona que te gusta te tiene como segundo plato.

Hoy te hablamos del ‘curving‘, un fenómeno que está muy presente en numerosas relaciones y que es importante tener en cuenta para saber actuar en consecuencia. De otra manera la situación podría sobrepasarnos y ocasionarnos problemas de salud mental.

El ‘curving‘ es un término que se utiliza para hacer referencia a esas actitudes en las que una persona se comporta de manera ambigua con otra. Podríamos confundirlo con el ‘ghosting’, por el que alguien deja de contestar al otro y desaparece repentinamente de su vida, pero en esta ocasión es para cuando una persona no es del todo clara al rechazar una cita, que utiliza con frecuencia numerosas excusas pero no llega a ser contundente del todo.

Cómo identificar el ‘curving’ y actuar en consecuencia

En las relaciones de pareja a veces es complicado percibir ciertas actitudes que desde fuera son fácilmente identificables y consideradas auténticas ‘red flags’ (comportamientos que anticipan la toxicidad). Cuando nos ilusionamos con alguien al principio de una relación desarrollamos unas expectativas que muchas veces no se cumplen. No obstante, nunca debemos asumir como normal que alguien no sea claro con nosotros y no valore nuestro tiempo y nuestra compañía elaborando numerosas excusas para vernos.

Este es un detalle clave para darse cuenta de que se está siendo víctima del ‘curving‘, y es que aunque todos podemos atravesar momentos complicados en los que estemos muy ocupados, cuando se tiene interés en la otra persona haces todo lo posible para sacar un hueco en tu día y poder pasar tiempo con ella.

Es importante saber identificar este tipo de actitudes y así poder evitar que pase factura a nuestra salud mental, pues estos comportamientos ambiguos pueden dañar nuestra autoestima. Es importante saber poner límites a los demás y, una vez traspasados, priorizar el cuidado propio sabiendo alejarnos de quienes no nos aportan nada bueno y dejar hueco para aquellos que sepan valorar el tiempo y la compañía que se le ofrece.