El pasado 23 de julio, todos los españoles y españolas tenían una cita importante en las urnas: las Elecciones Generales en nuestro país. Durante estos meses, las negociaciones entre los políticos han estado a la orden del día. Alberto Núñez Feijóo no ha conseguido los apoyos necesarios para su investidura, por lo que ahora el rey Felipe VI ha propuesto a Pedro Sánchez. El candidato del PSOE tampoco lo va a tener fácil, pues Carles Puigdemont le ha solicitado la amnistía para apoyar su investidura.
El presidente de la Generalitat de Cataluña ha pedido esta medida para acabar con todos sus antecedentes penales tras el referéndum ilegal que convocó en 2017. De esta manera, si se le perdonasen todos sus delitos ante la ley, podría volver al territorio español. La amnistía para todos aquellos que estuvieron implicados en el procés sería el resultado para que Pedro Sánchez consiga volver al Gobierno.
El precio a pagar para que ERC y Junts le den el sí a Pedro Sánchez con sus ocho votos no es otro que la amnistía. Una palabra que en los últimos días está en boca de muchos y que ha hecho que muchos se pregunten qué significa.
Según la Real Academia Española, la amnistía es el perdón y la renuncia de un castigo, provocado por ciertos delitos, que concede el Gobierno. Esta medida no está recogida en la Constitución por lo que hay juristas que se encuentran a favor mientras que otros lo comparan con un indulto, algo que está prohibido en la Carta Magna.
Pero, ¿qué es un indulto? Se trata del perdón total o parcial de una pena a título individual. No obstante, en este caso, el indultado no pierde su condición de condenado.
Por tanto, la diferencia entre ambas es que, mientras que en la amnistía se aplica el olvido legal de los delitos, haya o no una sentencia, en el indulto perdona a las personas condenadas.
No es la primera vez que algún partido político solicita que se aplique la amnistía. De hecho, si echamos la vista atrás, en la historia de España se han producido cuatro veces.
La primera de ellas fue la que dio lugar a la Ley de Amnistía de 1977. Esta medida aprobada en las Cortes tuvo el voto de todos los diputados, excepto de los de la Alianza Popular y Esukadiko Ezkerra.
Las restantes equivalen a amnistías fiscales. Por un lado, el perdón que concedió Primo de Rivera a Alfonso XIII. También se aplicó en la Segunda República, concretamente Manuel Azaña en 1936 liberó a Lluís Companys de los delitos provocados durante el franquismo. Por último, en 2021, el Parlament de Cataluña aprobó la propuesta de amnistía, para cancelar todas las penas de aquellos que llevaron a cabo el 1-O. Sin embargo, los letrados del Congreso lo impidieron.
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