Desde elheraldo.es explican que coincidiendo con unas horas de tiempo libre, salió a merendar con veinticinco compañeros a un bar llamado El Tuno, situado en la calle de Pedro Cerbuna, en plena zona universitaria. Y es que el bar «suele ser punto de encuentro de los militares más jóvenesen las salidas que estos realizan los fines de semana», explican.
Su padre y su abuelo también estudiaron en la Academia Militar y frecuentaban con sus compañeros en este caso el restaurante El Fuelle en el caso del rey Felipe VI, en 1985, y en el caso de su abuelo, el emérito Juan Carlos, entre 1955 y 1957, el Gran Hotel y el bar La Espiga, que ya cerró y estaba situado detrás de la sede de Correos, cuentan desde el mismo medio.
En declaraciones al periódico, Francés Ruiz, dueño de El Tuno desde hace 35 años ha explicado que fue un honor y un orgullo haber atendido a la hija mayor de los Reyes en su primera salida por la capital aragonesa. Además explicó que iba vestida de calle con pantalón negro, camisa rosa y gafas de sol.
Atendió al grupo Fineta, una de las camareras del local que además es admiradora de la monarquía española. La merienda consistió en pizzas, bocadillos, hamburguesas y huevos rotos para compartir y bebieron agua y coca cola. La cuenta ascendió a 170 euros que pagaron ‘a escote’.
El grupo estuvo algo menos de una hora en el local y según ha explicado Ruiz, “Ella se mostró muy agradable y fue una más del grupo. Creo que algún cliente les hizo foto, aunque iba acompañada por dos policías secretos (que envía la Casa Real)”, de los que dijo que fueron muy correctos y se sentaron en una mesa aparte de los cadetes.
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