¿Por qué no adelgazas durante la menopausia?

Te ayudamos a solucionarlo: pon el foco en los ejercicios de resistencia y las proteínas

Ana Más

Es evidente que en las diferentes etapas de la vida de una mujer, y sobre todo cuando hay cambios hormonales de por medio, el peso puede fluctuar bastante. Una de estas etapas es la menopausia, una época en la que es mucho más frecuente que ganemos peso, unos kilos de los que es más difícil deshacerse.

Según recoge El Confidencial, muchos adultos tienden a engordar de forma constante entre los 20 y los 65 años, y las mujeres notan al inicio de su menopausia un aumento de peso no deseado y una mayor distribución de la grasa corporal en la zona del vientre”. Así lo explicaba a Express Nitu Bajekal, ginecóloga y obstetra del Reino Unido.

Además, matizaba: las fluctuaciones hormonales en la perimenopausia (transición a la menopausia) y la menopausia, además de los trastornos del sueño [por ejemplo, a causa de los sofocos y los sudores nocturnos], el aumento de los niveles de ansiedad o depresión en esta etapa y el estrés, dificultan perder peso”.

¿Por qué no adelgazas durante la menopausia?

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Hay factores relacionados con el estilo de vida como la dieta que hagamos o el sedentarismo, que influyen en que cojamos peso en esa época de nuestra vida. La genética y las enfermedades crónicas como la diabetes, también hacen que nos cueste más adelgazar durante la menopausia.

Si a esto le añadimos que solemos tener más comidas fuera de casa, tomar alimentos con más calorías, sal, grasa y alcohol, tendremos más razones para coger peso.

Bajekal habla de un estudio que detecto que durante la menopausia se produce un aumento de peso medio de 2,5 kilos, un incremento de la masa grasa de 2,5 kilos y un crecimiento de 5,7 centímetros de la cintura”.

Pero la buena noticia es que hay solución, hay algunas cosas que podemos hacer para no coger tanto peso y perder más fácilmente el que cojamos. La especialista propone «una dieta basada en alimentos integrales que contribuyen al retraso del envejecimiento, a reducir el riesgo de demencia y Alzheimer y a disminuir las probabilidades de padecer enfermedades cardíacas y diabetes, entre otros.«

Además, debemos comer más verduras, frutas y legumbres que son bajas en calorías, nutritivas y ricas en fibra y sustituir la leche por soja, ya que se ha comprobado que lo equivalente a media taza de esta bebida reduce los sofocos moderados graves en un 84%.

Es importante también evitar los alimentos procesados, ya que producen inflamación, así que olvídate de galletas, bollos y platos precocinados y por último evita los zumos de fruta, ya que no tienen los mismos ni tan buenos micronutrientes para nuestra salud, además de llevar azúcares y poca fibra.

Por último, no olvides la importancia del ejercicio a la hora de mantener la báscula a raya. Es importante que combines los ejercicios de cardio con los de resistencia. La clave está en incrementar la tasa metabólica y el metabolismo basal. y eso se consigue ejercitando el músculo porque este tejido consume mucha energía para mantenerse.

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