Muchas veces, cuando una relación se acaba, nos sentimos culpables y pensamos que todo lo que hicimos fue un error. Pero esto no es cierto. En realidad, una relación es una oportunidad para aprender y crecer, tanto individualmente como en pareja.
Todos cometemos errores en nuestras relaciones, pero eso no significa que hayamos fracasado. Lo que importa es cómo afrontamos esos errores y qué hacemos para solucionarlos y aprender de ellos. Una relación no es algo estático, sino que requiere de trabajo, comunicación, comprensión y amor. Y también de aceptar que a veces las cosas no salen como esperamos.
No te castigues por el final de una relación, sino que agradece lo que has vivido y lo que has aprendido de ella. No te culpes ni a ti ni a tu ex, sino que reconoce lo que hicisteis bien y lo que no para mejorar. No te enfoques en el fracaso, sino en el crecimiento personal.