El espectáculo atrajo a un aforo de unas 5.000 personas en el interior del recinto, que era lo máximo permitido, pero se estima que otras 12.000 acudieron a las puertas. La afluencia era continua y se taponaron las puertas. Por precaución se interrumpió el concierto y se pidió a los asistentes que abandonaran el recinto.
Exacto, había más personas fuera del concierto esperando poder entrar o, al menos, escuchar algunos temas, que dentro del propio recinto. Este festival lleva organizándose 30 años, y esta es la primera vez que tuvo que suspenderse por un problema que no estuviese relacionado con el clima.
El colombiano abrió el concierto con Gris, una de sus canciones más recientes, y continuó con su clásico Mala Gente. Cuando la emoción de todos los asistentes no hacía más que crecer, de repente recibieron la mala noticia de que no podían continuar con el espectáculo.
Cuando Juanes se encontraba en el escenario y la organización le comunicaba lo que estaba ocurriendo, dijo: «Adentro y allá afuera tenemos que tener calma muchachos, porque si no tenemos calma, nos van a parar el concierto porque mucha gente se quedó afuera sin poder entrar. Queremos seguir adelante con el show. Es posible, ¿no?».
Por desgracia, aunque el artista intentó continuar el espectáculo calmando a los asistentes, no lo consiguió. La cola que se hizo fuera del recinto era de, aproximadamente, un kilómetro y medio.
«Estoy triste porque tenía demasiada ilusión por tocar, pero la seguridad es lo primero», dijo el cantante después de lo sucedido a través de su cuenta de Instagram.
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