Este 2023 el Día de la madre se celebra el domingo 7 de mayo. Una jornada marcada por el agradecimiento y amor que todos los hijos procesamos de forma simbólica (con regalos) y no tan simbólica a nuestras progenitoras.
Sin embargo, pese a que el Día de la Madre está muy popularizado en nuestra cultura con felicitaciones y celebraciones de todo tipo, lo cierto es que su celebración en España es relativamente reciente. Para entender muy bien de dónde viene esta efeméride hay que viajar hasta la antigua Grecia, cuando se rendían honores y elogios a la madre de los dioses Zeus, Poseidón y Hades.
Poco después, con la llegada de los romanos esta celebración tenía lugar el 15 de marzo en el templo de Cibeles y en él se realizaban todo tipo de ofrendas durante al menos tres días. Los romanos acabaron denominando a esta fiesta como Hilaria.
Con la irrupción del cristianismo, esta celebración pronto alcanzó tintes religiosos, ya que este día fue el escogido para honrar a la Virgen María, la madre de Jesús.
Pese a que todas estas pinceladas históricas ayudan a entender el contexto de esta celebración, la realidad es que en la etapa más contemporánea hubo un hecho insólito que propició su festejo tal y como lo conocemos actualmente.
Para ello, hay que remontarse a 1865, momento en el que la actividad Julia Ward Howe participó en numerosas participaciones pacíficas en Boston, en las que también se dejaron ver numerosas madres como símbolo de protesta contra la Guerra de Secesión. Paralelamente, la activista Ann Jarvis organizó por su cuenta pequeñas reuniones o asambleas de madres para que pudieran intercambiar temas de actualidad.
Todas estas reuniones perpetuaron en la población y continuaron celebrándose los años siguientes. Pero en 1905 toda esta situación cambió tras los fallecimientos de Anna Jarvis y su hija Anna, unos hechos que derivaron en que el 12 de mayo, día de sus muertes, fuese propuesto como el Día de la Madre.
Sin embargo, no tuvo ningún tipo de oficialidad. Aunque el presidente estadounidense Woodrow Wilson consiguió que esa situación cambiase ya que en 1914 reconoció esta efeméride.
Pese a que el germen empezó al otro lado del charco, en España esta iniciativa no caló hondo hasta 1925 cuando un funcionario del Servicio de Correos valenciano, Julio Menéndez García, propuso que en nuestra geografía y en todos los países en los que se hablase castellano existiese un día para enaltecer el amor hacia una madre.
Y fue justo un año después cuando se celebró este primer homenaje. Los niños pequeños regalaban flores a sus madres como un símbolo de respeto y amor hacia ellas. Esta iniciativa también llegó hasta los más desfavorecidos, ya que la compra de los ramos de flores corría a cuenta de las organizaciones. Poco a poco, esta idea fue calando hondo en otras ciudades, pero sin que fuese una fiesta oficial.
El Día de la madre se celebra el primer domingo de mayo en honor a la Virgen María, ya que coincide con el quinto mesiversario de la madre de Jesús. Fue en 19854 cuando el papa Pío IX estableció que el 8 de diciembre sería el Día de la madre, coincidiendo con el Día de la Inmaculada Concepción.
Tras los cambios que realizó el presidente estadounidense Wilson con la muerte de Ann Jarvis, se acordó que finalmente el Día de la madre se volviese a cambiar de fecha al mes de mayo.
Como se puede ver la historia, política y religión han marcado el origen de esta fecha en el calendario. Sin embargo, y pese a que el Día de la madre siempre se celebre en España el primer domingo de cada mes, en el resto de los países no es así. De hecho, algunos estados como Albania, Rumanía o Bulgaria se festejan el 8 de marzo, coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer.
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