La relación entre la alimentación y la salud mental vuelve a ser el foco de atención en la comunidad científica, ya que dos nuevos estudios han probado el impacto de la comida basura en el desarrollo de la depresión, una enfermedad que durante los últimos años ha aumentado considerablemente y alrededor de 3 millones de personas la padecen en España.
Un equipo de científicos del Hospital General de Massachusetts y la Escuela de Medicina de Harvard ha publicado recientemente su investigación en la que han reforzado la asociación entre la ingesta de alimentos ultraprocesados y el riesgo de depresión. Aunque los investigadores advierten que la relación entre estos alimentos y la depresión es compleja, sus hallazgos indican que el consumo de esta comida basura, especialmente aquella que contiene edulcorantes artificiales y bebidas endulzadas artificialmente, podría aumentar el riesgo de desarrollar la enfermedad mental.
Según Andrew Chan, profesor de la Facultad de Medicina de Harvard y uno de los autores del estudio, la dieta juega un papel crucial en la salud mental, y es importante considerarla junto con otros factores influyentes.
En un estudio paralelo, científicos españoles del Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER), en colaboración con el Instituto de Investigación Biomédica de Girona, han revelado una conexión directa entre la ingesta de ultraprocesados y los síntomas depresivos. Este estudio analizó el impacto de estos alimentos en el volumen de sustancia gris en el circuito cerebral mesocorticolímbico, incluyendo áreas cerebrales como la amígdala y las regiones frontales.
Estas áreas citadas son responsables del proceso de recompensa y toma de decisiones, lo que sugiere que estos alimentos pueden influir en la salud mental al alterar la función cerebral relacionada con la alimentación. Además, el estudio examinó los efectos de la obesidad y los niveles de inflamación.
Los resultados de esta investigación indicaron que la asociación era particularmente fuerte en individuos con obesidad, lo que sugiere que la inflamación periférica podría agravar los efectos negativos de estos alimentos en la salud mental.
Estos hallazgos destacan la importancia de considerar la dieta como un factor significativo en la salud mental y subrayan la necesidad de evitar o reducir la ingesta de alimentos ultraprocesados para preservar el bienestar psicológico. La relación entre la comida basura y la salud cerebral sigue siendo un área de investigación en evolución, pero estos estudios subrayan su relevancia y urgen a prestar más atención a la influencia de la dieta en nuestra salud mental.
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