Puedes tener la sensación de que tu hijo o hija te dice más veces que «no» que tú a él o ella. No te preocupes, si sientes que eres ese tipo de persona en este artículo te contamos algunas claves a seguir para lograr educar al pequeño en positivo.
Como en cualquier hogar, hay que poner una serie de valores y normas a seguir. Sin embargo, Adoración Bejarano, pediatra de Atención Primaria sostiene que «no se trata de que los padres actuales digan menos veces ‘no’, sino de la forma y las herramientas que se desarrollen para conseguir el cumplimiento de esas normas».
No existe un manual para criar a un hijo. Todo depende de la personalidad de cada uno de los miembros de la familia, de las circunstancias, del contexto y de otra serie de parámetros que habría que analizar en cada caso concreto. Y sí, siempre vamos a cometer errores.
Pero sí hay errores comunes en los que los padres incurrimos de forma universal y que podríamos evitar de forma sencilla si somos consciente de ellos.
Sin duda, la percepción de familia ha ido evolucionando con el tiempo. No es la misma educación que daban los que ahora son abuelos a los que ahora son padres.
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«Ha cambiado de manera radical la forma de percibir al niño en la familia y en la sociedad y la forma de establecer el cumplimiento de las normas y de educar en ellas. Años atrás los niños no se tenían apenas en cuenta y no se les reconocía apenas derechos como niños. El actual modelo educativo precisa paciencia, firmeza e inteligencia emocional y puede resultar difícil de aplicar en determinadas situaciones», sostiene Adoración Bejarano.
Poner límites a un hijo es fundamental para el cuidado de los padres. El niño o niña durante el crecimiento es consciente de que crece en unas normas. De la misma manera, va aprendiendo como conseguir satisfacer sus necesidades y deseos como expresar cuando algo le desagrada.
Sobre todo cuando estos son pequeños, entre dos o cuatro años, son completamente esponjas. «Si somos padres permisivos, ausentes o que nos da miedo intervenir, nuestro hijo no los interiorizará. Muchas veces oímos que un niño se porta mal, pero lo cierto es que necesita cosas distintas de los padres: normas, aprender autocontrol..». explica Álvaro Bilbao, neuropsicólogo.
«a la hora de establecer normas lo importante es que éstas sean adecuadas a la edad, que el niño sea capaz de dar respuesta positiva y tener estrategias por parte de la familia a la hora de hacerlas respetar frente a su negativa, siempre respetando sus derechos, no utilizando métodos violentos.», cuenta Berajano.
Para garantizar a nuestro hijo un crecimiento basado en el aprendizaje, es importante establecer un ambiente de seguridad, donde pueda conocer qué se espera de ellos y qué deben hacer para conseguirlo. Es vital que si lo consigue hay que felicitarle, potenciar lo positivo.
«Han de entender que sus actos tiene consecuencias, negativas o positivas según sean éstos. Igualmente necesario es tener un criterio común por parte de padres y cuidadores, y mantenido en el tiempo sin cambios, para no generarle confusión e inseguridad», concluye Berajano.
Cuando hay una falta de normas, los niños se vuelven muy difíciles de tratar, con malos comportamientos fuera del entorno familiar. «En cuanto a su crecimiento, en lo puramente físico puede llegar a haber problemas de salud a consecuencia de malos hábitos alimentarios, con dietas restrictivas, caprichosas e inadecuadas que propician deficits nutricionales, sobrepeso u obesidad».