El poder de una sonrisa: entra y compruébalo

Un tuit muestra de manera muy gráfica los beneficios de sonreír

Ana Más

Hay estudios que señalan que las personas que más sonríen tienen una mejor salud física y psicológica. Y es que tal y como explican desde eldiario.es, «sonreír estimula la liberación de sustancias como dopamina, serotonina y endorfinas, neurotransmisores que contribuyen a aumentar la sensación de bienestar, y reduce los niveles de cortisol, una hormona que se segrega como respuesta al estrés y la ansiedad».

Además, según diferentes estudios, las personas que sonríen viven entre cuatro y siete años más que las que siempre están serias. Reír nos ayuda a relajarnos y perder el miedo. Desde el mismo medio se refieren a un estudio realizado por científicos de Estados Unidos que analizaron los gestos con los que 230 jugadores profesionales de béisbol de ese país que fueron fotografiados en 1952.

Aquellos que no sonreían vivieron una media de 72,9 años. Los que mostraron una “sonrisa parcial”, una pose, vivieron una media de 75 años y los que sonreían plenamente vivieron un promedio de 79,9 años. Algo que se explica por una cuestión de probabilidades, «quienes sonreían en las fotos debían sonreír más durante el resto de sus vidas. Y eso, como se ha venido señalando, es una señal -y a su vez causa- de una existencia con menos estrés y mayor bienestar.»

Según la Universidad de Harvard, los trabajadores que están felices tienen mayor sentido de pertenencia, visión de futuro y mayor compromiso y apoyo entre los compañeros y directivos de su trabajo.

Un tuit para probar el poder de la sonrisa

La diseñadora gráfica y directora de arte en la Universidad Francisco de Vitoria (@ufvmadrid), Patricia Carrascosa, ha compartido un tuit en el que demuestra de manera muy gráfica el poder que tiene la sonrisa a la hora de cambiar nuestro gesto, nuestra expresión.

Un experimento visual en el que sobre tres retratos clásicos se superpone a la altura de la boca del personaje del retrato la imagen de una boca sonriente que pertenece a una persona real. Asombrosamente los ojos de la persona del cuadro cambian automáticamente y pasan de una posición neutra e incluso triste a una alegre. Un efecto óptico realmente asombroso y que, sin duda, demuestra el poder de la sonrisa.

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