Estás tomándote algo con tu pareja sentados en una terraza y le entra un mensaje que hace que rápidamente coja el teléfono y le dedique toda su atención a ver quién le escribe. Si te reconoces en esta situación o eres tú mismo el que contestas en cuanto tu móvil vibra, quizás estás siendo víctima o protagonista de phubbing o lo que es lo mismo ‘distraerse mirando el móvil en un momento de ocio’.
El término viene de la unión de las palabras inglesas phone y snubbing, teléfono y despreciar en español. Y es la razón de que muchas parejas discutan, tal y como explica en El País la terapeuta de pareja Beatriz González: «Es uno de los factores que crea más problemas, es la queja máxima. Vienen cada vez más personas lamentando que, mientras están juntos, sus parejas las ignoran porque están enganchadas al móvil».
Desde el mismo medio se refieren incluso a estudios sobre este fenómeno, que explican que puede tener consecuencias muy serias en las relaciones interpersonales, como esta investigación reciente que «vincula los niveles más altos de phubbing con una mayor insatisfacción marital», explican o un trabajo de laUniversidad de Münster, en Alemania, que evidencia que esta práctica puede generar sentimientos de “desconfianza y ostracismo” entre las personas que la sufren. Además, provoca un efecto dominó: quien ha sido objetivo de desdén, suele devolver la falta, alimentando así un círculo tóxico que solo puede empeorar la relación».
Y es que ante tal situación, la sensación del otro puede ser que su pareja prefiere pasar tiempo con otras personas u ocupado en otros menesteres a través del móvil a pasar tiempo con él o ella.
“En principio, cuando una persona busca el móvil es porque lo que le rodea es menos divertido. De hecho, cuando estamos en el cine no lo hacemos”, explica en el mismo medio Juan Carlos López, psicólogo de la atención de la Universidad de Sevilla.
Desde la revista Glamour aluden a la asesora de parejas y psicoterapeuta Hilda Burke, que explica que el phubbing es una práctica que aparece a menudo en sus sesiones de terapia. «La atención es el recurso más preciado de era moderna en la que nunca hemos tenido tantas distracciones: cosas que vibran, pitan, nos tienen alerta constantemente», explica. Y por eso el phubbing dice, aparece constantemente en las parejas con las que trabaja, «la frustración porque sus parejas se distraen con sus teléfonos».
Sin embargo, López aconseja no tomarlo como una ofensa personal y explica que no se trata de que nuestra pareja se aburra con nosotros sino que «la información que tiene el móvil engancha nuestra atención con mucha más fuerza que cualquier persona». La única solución: «eliminar por completo la fuente de distracción».
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