Los gastos hormiga

Ni pedir un VTC ni comida a domicilio: los ‘gastos hormiga’ que debes evitar para ahorrar este verano

No los necesitas y son un capricho momentáneo a los que te has enviciado

Sandra Escobar

Es fin de mes y llega el temido momento de comprobar tu saldo en la cuenta. Cuando vez la cifra que aparece en la pantalla te quedas petrificado y es ahí cuando te asalta la pregunta: «¡¿Pero en qué se me ha ido el dinero?!». Es entonces cuando haces memoria y fuerzas tu mente para hacer un repaso de todos tus gastos e ingresos en ese último mes.

A veces da miedo dar este paso, pero si quieres dar el paso para ser un verdadero ahorrador o ahorradora, es totalmente necesario. Y, por si eres de esos que se preguntan que cómo es posible que tu sueldo haya volado, aquí te mostramos la razón: los ‘gastos hormiga’.

¿Qué son los ‘gastos hormiga’?

Cuando hablamos de ‘gastos hormiga’ nos referimos a todos esos ‘vicios’ innecesarios que consumen día a día nuestros ingresos en la hucha; es decir, esos gastos habituales que no están planificados y no son esenciales o imprescindibles.

Habitualmente suelen ser de poca cantidad y que pasan desapercibidos en nuestra vida cotidiana. Desde la entidad alemana Raisin lo definen como desembolsos de dinero que se hacen «de forma automática, casi inconsciente y regularmente». Pese a ser de poca cuantía, en la suma total, acaban engordando nuestra lista de gastos.

Pero sean importantes o no, normalmente son compras que servicios que no ayudan para nada en nuestro plan de ahorro y, de hecho, nos lo obstaculizan. Deshacernos de ellos, sin embargo, sí suponen una forma de ahorro a corto plazo.

«Son gastos que en el día a día no te das cuenta pero que al final acaban sumando bastante y teniendo un impacto significativo en el presupuesto de una persona. Si por ejemplo te tomas dos cafés al día a 1,5 euros son 90 euros al mes, que por doce meses son más de 1.000 euros al año simplemente en cafés», explica Richard Gracia Anso, experto en ahorro y finanzas, a 20 Minutos

Ejemplos de estos ‘gastos en vicios’ innecesarios

Puede que con la definición de estos caprichos innecesarios no nos venga a la cabeza ningún ejemplo en nuestro día a día (o no queremos reconocerlo), pero hay una serie de ejemplos bastante identificables. Muchos de ellos han pasado a ser algo casi indispensable en nuestros días, pero son perfectamente desechables o innecesarios:

  • Pedir comida a domicilio: no solo los antojos o apetencias que pedimos a través de las aplicaciones de entrega a casa, sino también los cafés de por la mañana que pedimos fuera o nos llevamos en mano al trabajo, los ‘snacks’ que cogemos de las máquinas de la oficina e, incluso, todos los productos de no estaban incluidos de la lista de la compra y que hemos ido recolectando por los pasillos del supermercado.
  • Caprichos ‘tontos’: aquí entrarían los paquetes de tabaco (en el caso de los fumadores) o las compras por simple capricho, como por ejemplo aquellas que hacemos solo porque hay rebajas u ofertas en la web.
  • Comer fuera: no todo el mundo se puede permitir el lujo de cenar o comer fuera de casa de forma asidua. Este es, de hecho, uno de los ‘gastos hormiga’ más habituales…porque a todos nos gusta darnos el homenaje de vez en cuando, aunque sea en un sitio barato.
  • Chuches: comprar chicles, chocolatinas, ‘snacks’ de bolsa o algún que otra chuchería simplemente por el antojo o la gula. Es un gasto que supone muy poco dinero, pero si caes en él todas las semanas, acaba siendo un problema para tu bolsillo.
  • Transporte: caer en el típico vehículo VTC o taxis, en lugar de recurrir a coche propio o transporte público, que conlleva un mayor gasto de dinero.

Cómo evitarlos

El primer paso indispensable para convertirse en un buen ahorrador es la organización y, sobre todo, ser constantes y tener disciplina. Además de esto, desde BBVA dan una recomendación extra: empelar solo el 10% del sueldo para ahorrar.

Otro ‘tip’ importante es hacer un seguimiento de los gastos que realmente necesitamos en un día normal y cuáles son prescindibles, ya que serán estos últimos los que tengamos que reducir o cortar. De todos ellos, es importante destacar cuáles son los más urgentes o los más fáciles de rebajar.

«Será de gran ayuda usar aplicaciones móviles bancarias que nos ayuden a separar los gastos en diferentes categorías. De igual manera, realizar nuestros pagos con tarjeta resultará muy útil, dado que un mayor número de transacciones quedarán registradas», apuntan desde Raisin.

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