Después de la tormenta, siempre llega la calma… y eso justo es lo que está viviendo Paz Padilla en estos momentos de su vida. Después de unos meses complicados a nivel profesional y personal, todo empieza a tranquilizarse y, por fin, vuelve a encontrar su zona de confort.
La presentadora y humorista vuelve a la carga televisiva en Te falta un viaje de la mano de Cuatro. Un nuevo proyecto en el que hará un viaje por diferentes partes del mundo de la mano de una de las personas más importantes de su vida: su hija Anna Ferrer.
No es secreto para nadie la química que hay entre madre e hija y que su relación es más de amigas que de familia. Pero por si quedaba alguna duda, en la primera emisión de su nuevo proyecto han dejado evidencia una vez más. Esta vez han visitado Ghana y las risas han estado servidas, aunque también la emoción. Han bailado, reído, han hecho surf… pero también se han abierto en canal y han tocado temas como la muerte del marido de Paz Padilla.
A Paz Padilla se le escapa el precio de su operación
La muerte es algo que Paz Padilla siempre ha asegurado que hay que cogerla por los cuernos y que es algo que le da mucha curiosidad. De ahí que en esta entrega haya querido adentrarse en las costumbres de este país y ver cómo despiden los ghaneses a sus seres queridos.
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Para ello, tanto la humorista como su hija fueron a una costurera de la zona para ir vestidas acorde a la ocasión. Así, fue durante ese momento cuando, mientras le cogían las medidas para confeccionar los vestidos que iban a llevar, Padilla desveló cuánto le costó ponerse pecho: «Estas son postizas, me costaron 9.000 euros. Tienen buena calidad, pero no son mías. Va a notar que, para la edad que tengo, las tengo muy bien puestas», decía con total naturalidad y hablando de su experiencia.