Se estima que cerca de un 40% de la población haya experimentado alguna vez este fenómeno conocido como la parálisis del sueño en algún momento de su vida según recoge la Sociedad Española de Sueño (SES). Para los que no lo conozcan o no recuerden haberlo sufrido, se trata de la incapacidad temporal de moverse o hablar de forma generalizada que siente una persona.
Esto puede producirse en un momento aleatorio de la noche, especialmente, cuando te despiertas. Aunque este fenómeno también puede producirse en períodos de sueño más cortos como microsueños o siestas.
¿Qué es la parálisis del sueño?
Desde la Biblioteca Nacional de Medicina definen la parálisis del sueño como «una afección en la que el individuo no puede moverse ni tan siquiera hablar minutos después de haberse quedado dormido o nada más despertarse».
Estos episodios tienden a producirse con mayor frecuencia cuando ya uno está dormido, pero también cuando están a punto de empezar a hacerlo. Realmente puede producirse a cualquier edad pero es muy frecuente en la adolescencia y a partir de los 60 años.
Lo sorprendente es que durante este proceso, la persona es plenamente «consciente de lo que está pasando«, lo que puede resultar angustioso porque es cierto que no es algo mortal pero las personas tienden a recordarlo que llegaron a sentirlo.
Desde la Sociedad Española de Neurología (SEN) declaran que la duración de un episodio de parálisis del sueño va desde unos pocos segundos hasta varios minutos.Eso, sí, estos episodios acaban desapareciendo de golpe e incluso si se zarandea o se mueve a la persona que lo está sufriendo.
En esta misma línea, el portal Medical News Today, el cual está especializado en divulgar información médica por expertos, recoge que las personas que sufren un episodio de parálisis del sueño piensan y sienten que están en alguna de estas situaciones:
Factor intruso. En este caso, la persona escucha el sonido de las puertas abrirse, pisadas lentas, la presencia de alguien que amenaza con entrar en la habitación.
Factor íncubo. Aquí la persona tiende a tener dificultades para respirar ya que siente una presión en el pecho muy intensa. La persona siente que morirá porque tiene la sensación de estar siendo asfixiada o estrangulada por alguien.
Factor vestibular. En esta ocasión existen dos tipos de experiencia; por un lado, el individuo siente que puede volar, flotar y que se gira pero no se cae y, por otro lado, viven una experiencia extracorporal.
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Causas
Es cierto que la experiencia de la parálisis del sueño se ha documentado durante siglos, pero no se ha logrado demostrar con exactitud cuáles son las causas que lo determinan. Sin embargo, numerosas investigaciones publicadas sí relacionan las siguientes causas con la parálisis del sueño:
No seguir una rutina o no tener un horario regulado para acostarse siempre a la misma hora, algo que se refleja especialmente en aquellas personas que trabajan por turnos.
Problemas médicos y mentales como narcolepsia (enfermedad neurológica rara caracterizada por somnolencia diurna), trastornos de bipolaridad, Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT) y el trastorno del pánico.
Consuno de medicamentos para tratar el Trastorno de déficit de atención por hiperactividad (TDHA).
Consumo de drogas o bebidas excitantes de forma frecuente.
