Aunque la mejor forma de prevenir su llegada es una higiene estricta con agua y lejía y mantener puertas y ventanas bien cerradas, lo mejor es prevenir. También te servirá sellar con silicona o yeso cualquier grieta u orificio por donde puedan colarse además de evitar dejar migas o restos de comida en el suelo.
Pero a veces todo esto no es suficiente y hay que tomar otro tipo de medidas, aunque hay productos químicos que son eficaces para combatirlas, estos suelen ser muy tóxicos para nuestros niños y mascotas. De ahí la importancia de poder utilizar productos naturales como el ajo.
Respecto a la forma de utilizarlo, podemos pelar tres o cuatro ajos y dejarlos en la repisa de la ventana cerca de la terraza, que es por dónde suelen entrar y cuanto más soleada sea esta ventana mejor, ya que «los compuestos azufrados del ajo se liberan aún más con el efecto del calor», explican. Otra opción es colocar cinco o seis ajos pelados en un pulverizador con agua y rociar en las zonas donde haya hormigas, también servirá restregarlo directamente.
Además del ajo también puede servirte otros remedios naturales como rociar con vinagre de limpieza los nidos, esparcir polvos de talco o utilizar una mezcla de bicarbonato de sodio y azúcar y esparcir la mezcla por las zonas de acceso.