El papel higiénico destinado a desaparecer y, más, después de este estudio

Lo ha realizado un grupo de científicos de la Universidad de Florida

Ana Más

El papel higiénico es uno de las cosas indispensables en nuestro día a día. Su inventor fue el estadounidense Joseph Gayetty en 1857 que lo creó porque sufría de hemorroides y el papel de periódico que se empleaba para estos menesteres le causaba dolor. En un principio creó algo a lo que llamó papel medicado Gayetty. Un papel de tacto suave que contenía una capa fina de medicamento que evitaba las incómodas rozaduras. Pero no tuvo ningún éxito.

Posteriormente cn 1879  el empresario británico Walter Alcock fue el que inventó en Londres algo que se asemeja más  al rollo que conocemos hoy, un papel higiénico con hojas con puntos perforados que permitían ir arrancando cada porción de papel y que años más tarde perfeccionaron  Edward y Clarence Scott.

Pues bien parece que este papel tan presente en nuestro día a día está abocado a desaparecer. Y es que son muchas las personas preoucupadas por el grave impacto del papel higiénico en el medio ambiente, sobre todo del extra suave cuyo precio además es más elevado al requerir para su fabricación de mayor cantidad de fibra nueva.

Las sustancias contaminantes del papel higiénico

A esto hay que unirle que la limpieza que proporciona no es del todo completa y además puede causar irritación en la zona, por lo que muchas personas se han pasado a utilizar agua y jabón en su lugar.

Y por si esto fuera poco desde lainformacion.com hacen alusión al estudio de un grupo de científicos de la Universidad de Florida, publicado en la revista ‘Environmental Science & Technology Letters’ , que «han descubierto que el papel higiénico puede contener sustancias químicas peligrosas para la salud, conocidas como «contaminantes eternos».

Desde el mismo medio explican que el estudio «llega a la conclusión de que la principal fuente de sustancias PFAs en las aguas residuales es el papel higiénico» y estas perduran en las aguas incluso tras ser depuradas. Todo ello significa que «estos agentes químicos se reintroducen en el medio ambiente, contaminando la tierra y la cadena alimentaria». La alternativa parece clara, bidé, agua y jabón.

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