Un libro que llega en mitad del revuelo generado por el nacimiento de Ana Sandra, la hija biológica de Aless que Ana Obregón ha traído al mundo a través de la gestación subrogada. Una decisión que responde a la ‘última voluntad’ que su hijo expresó poco antes de morir y que la actriz convirtió en una misión que incluso la llegó a salvar del suicidio.
La publicación recoge algunos de los últimos testimonios del joven, como es el caso de una carta a un amor que nunca llegó a conocer:
Te escribo porque no te conozco. Si te conociera, las teclas de mi ordenador tendrían tanto polvo acumulado que mis frases serían un sinsentido, pero ese no es el caso. Hoy mis palabras pecan de elocuencia. Vivo anclado a la posibilidad de conocerte, pero ya no sé si lo haré en lo que me queda de vida. Ojalá estas palabras puedan crear un pedacito de realidad para poder llevarme el boli a la cama pensando que al menos existe en mi imaginación. Dentro de mí. Tengo cáncer, pero lo peor de todo, tengo miedo. Ya no sé si algún día seré capaz de sentir cómo eres y lo que podríamos llegar a ser, pero lo que sí puedo hacer ahora, en este mismo momento, es transmitir cómo no eres y, por lo tanto, acercarme un poquito más a la idea de lo que serías. Sé que no eres el amor de mi vida, porque serías la vida entera. Porque seríamos uno. Porque sería para siempre
Esto podría afectar de lleno a la joven, que en ningún momento es mencionada por el que fue su pareja en el libro que este comenzó a escribir en la última etapa de su enfermedad.
Por si fuera poco, Ana Obregón reafirmaba las palabras de su hijo, confesando que nunca llegó a encontrar al amor de su vida. «Ese amor que nunca existió porque el maldito cáncer te robó el tiempo para encontrarlo. ¿Hay algo más enigmático que un amor para toda la vida sin nombre propio?«, escribe esta en el libro.
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