Una optometrista advierte sobre los peligros de bañarse con lentillas

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Si habitualmente utilizas lentillas, es muy posible que también las lleves cuando te bañas en el mar o piscina. Un gesto que es aparentemente inofensivo puede no serlo tanto. Sobre ello ha hablado para Antena 3 Elena Salobrar, optometrista e investigadora en el Instituto Ramón Castroviejo de la Universidad Complutense de Madrid. Peligros lentillas

La experta ha explicado la gravedad que puede tener para nuestra salud visual bañarnos con lentillas y es que las consecuencias no son ninguna tontería. «En el mar, un río, un lago o en la ducha puede llevarte a una pérdida severa de la visión e, incluso, a una ceguera completa», ha explicado.

El responsable de provocar la ceguera es un protozoo llamado Acanthamoeba, que es común en espacios acuáticos y «puede provocarte una infección en la córnea que impide que la luz entre en el ojo», explicaba la especialista, que ha señalado también que sus síntomas, inflamación de la córnea, enrojecimiento, dolor muy intenso y deterioro de la visión, se pueden confundir fácilmente con queratitis por virus del herpes simple y por hongos, que son mucho más comunes. Y esto hace que el diagnóstico certero, que solo puede realizarse en hospitales especializados en oftalmología, se retrase.

Otros peligros de usar lentillas en el agua

Y es que tal y como explica Salobrar, «Aproximadamente el 90% de los pacientes que presentan queratitis por Acanthamoeba eran usuarios de lentes de contacto».

Pero este no es el único riesgo de bañarse con lentillas. En declaraciones a Saber Vivir, Alfons Bielsa, vicepresidente del Colegio Oficial de Opticos Optometristas de Cataluña (COOOC) ,señala otros como que nuestras lentes de contacto se contaminen, la mayor posibilidad de sufrir una infección o inflamación ocular por la presencia de microorganismos en el agua o el riesgo de perderlas, además del riesgo de deshidratación de las lentes que a su vez favorece la inflamación ocular, entre otros.

Una alternativa al uso de lentillas son las gafas de bucear graduadas o usar lentillas y protegerte con estas para evitar el contacto directo con el agua. También podemos utilizar las lentillas de un solo uso que desecharemos después del baño. O incluso unas gafas que no usemos de forma habitual y sumergirnos con ellas.