Recordemos algunas cifras de las que ya hemos hablado en alguna ocasión refiriéndonos al tema da la ansiedad. El 6,7% de la población de España está afectada por ella, exactamente la misma cifra de personas que sufren depresión. En ambas es más del doble en mujeres (9,2%) que en hombres (4%) y es que según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2019 unos 301 millones de personas sufrían un trastorno de ansiedad, entre ellos 58 millones de niños y adolescentes.
Miedo y preocupación excesivos, taquicardia, temblores, desrealización, mareos, molestias estomacales, dolor de cabeza, contracturas y sudoración son algunos de los síntomas que incapacitan tanto al que sufre ansiedad. Y precisamente de sudoración hablamos hoy pero no del que la tiene sino de los efectos de oler el sudor ajeno para paliar la ansiedad. Te lo contamos.
Eso es lo que parecen haber descubierto un grupo de científicos del Instituto Karolinska de Estocolmo, que han presentado en París el estudio preliminar que han elaborado sobre los efectos del olor a sudor como factor reductor del estrés.
Desde la web de Antena3 explican que «una de las conclusiones del estudio es que el olor del sudor generado en las axilas activa conexiones cerebrales ligadas a las emociones, que pueden aumentar la calma», además de que nuestro olor corporal refleja nuestro estado emocional, que se puede trasmitir a quienes nos huelen.
El estudio se realizó en dos fases, en la primera se recogieron muestras de sudor de voluntarios que vieron una película de terror y una comedia y en la segunda fase participaron 48 mujeres que tenían ansiedad social, de las que una parte fue expuesta a aire fresco mientras que el resto olfateó las muestras de sudor mientras participaban en una actividad de mindfulness para ayudarles a desterrar pensamientos negativos. La conclusión fue que estas últimas tuvieron mejores resultados en la terapia anti ansiedad que las primeras.
La investigadora que ha dirigido el estudio, Elisa Vigna afirma que «el sudor producido mientras alguien estaba feliz tuvo el mismo efecto que alguien que se asustó por un clip de película», luego es posible que haya algo en el sudor que afecte a esta respuesta ante la ansiedad.
Ahora los investigadores tratan de comprobar si relamente el sudor ajeno tiene este efecto ansiolítico haciendo un estudio de seguimiento con un diseño similar, pero «que también incluye el sudor de las personas que miran documentales emocionalmente neutrales».
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