Ese temido instante en el que nos metemos en el vehículo, después de estar horas al sol cuando volvemos de la playa, y hacemos de todo con tal de no rozar nuestra piel con cualquier parte del coche por temor a quemarnos. Te suena, ¿verdad?
Lo peor es que la mayoría de las veces el vehículo tarda unos minutos en enfriarse y, así, estar dentro se convierte en una sauna particular nada agradable.
La Policía Nacional trató de dar una explicación a por qué se produce este calentamiento en el auto en los días de calor a través de sus redes sociales, alegando que cuando la temperatura de fuera es de 39º —como marcan varias ciudades este verano—, hay zonas dentro del coche que pueden alcanzar los 70º.
Si, por ejemplo, los termómetros marcan unas cifras más comunes, como 29º, el interior del vehículo podría llegar a sumar 20 grados más durante los primeros tres cuartos de hora. Es más, si pasan dos horas y media y no hay ventilación, el interior puede ser «el 88% mayor» que en la calle.
Ahora que ya sabemos cómo se origina el problema, toca dar con la solución. ¿Qué hacer si el volante está ardiendo cuando arrancamos el coche? La respuesta la ha dado nada menos que un profesor de autoescuela que ha dado con un sencillo truco.
Aunque el consejo es más bien preventivo: «Cuando he aparcado lo que tendría que haber hecho es dar media vuelta al volante y dejar en sombra el sitio donde luego voy a agarrarlo».
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