Hay gente que es más de tortilla con cebolla que sin ella; otros que prefieren que agua con gas en lugar de sola y luego están los que son más de vino o de cerveza. El verano y las altas temperaturas favorecen lo que en España conocemos como el ‘terraceo’ y las bebidas fresquitas al aire libre.
Y en es en esta práctica tan veraniega donde el consumo de cervezas sube como la espuma. Pero no todo el mundo bebe la misma marca ni a todos les gusta una normal. Los hay que se piden una ‘0,0’ o tostada y quienes optan por algo más intermedio, como una cerveza con limón.
Para este último grupo de cerveceros, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha lanzado una advertencia muy específica: no son lo que parecen. Así de claro lo expresan en un reciente comunicado en el que desgranan el verdadero contenido de las llamadas ‘claras con limón’.
Las más populares son las de las conocidas Radler o Shandys, de origen alemán e inglés, respectivamente, parecen ser otro ‘trampantojo’ para el consumidor ya que como especifican los analistas, la presencia del limón es «testimonial».
Según han podido comprobar desde la OCU analizando varias latas de cervezas con limón, han detectado que, en lugar de la presencia de jugo de este cítrico, han encontrado un refresco azucarado y aromatizado. Estos son los resultados del estudio de la OCU:
Su contenido en alcohol es de entre el 2 y el 3,2% (la mitad que una normal). Mientras que este es su contenido de zumo, según la bebida del supermercado:
Se trata de bebidas con un porcentaje de alcohol menor al 1% en volumen, por lo que se equipara a una cerveza sin alcohol y desde la OCU matizan que esta marca no tiene zumo de limón, únicamente aromas.
Después, están las cervezas 0,0% con limón, donde se incluyen algunas Radler que no llevan absolutamente nada de alcohol y en las que el contenido de zumo del cítrico no supera el 4%.
Además del contenido (o no) de limón en las ‘claras’, los expertos han puesto la lupa en otra de las grandes cuestiones que rodean este tipo de bebida tan demandad. ¿Son de verdad más sanas que las normales?
Ante esta pregunta, si algo hay que concederles a las ‘pikas’ es que contienen menos alcohol, pero hay un contra: tienen más refrescos con azúcar.
De hecho, las cervezas Radler poseen más calorías que una cerveza clásica, «concretamente un 12% más de media, con aproximadamente 145 kcal por lata», destaca el comunicado. Mientras que la versión 0,0% de esta tiene 89 kcal por lata (32% menos que una tradicional).
En el caso de la Shandy, aporta 110 kcal por lata de media, es decir, un 15% menos que una cerveza clásica. Por lo que, es definitiva, los analistas recomiendan una 0,0% sin alcohol como la opción más saludable.
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