La muerte de María Teresa Campos el pasado 5 de septiembre sacudió al mundo de la televisión. La presentadora, cuya salud había empeorado en los últimos meses, ingresó en el Hospital Jiménez Díaz de Madrid por una insuficiencia respiratoria derivada de un deterioro cognitivo que lamentablemente no pudo superar.
Apasionada de su trabajo, la Campos logró labrarse una importante carrera en televisión. Una trayectoria que le mereció numerosos reconocimientos, como es el caso de los dos premios Ondas que ganó en los años 1980 y 2002. Durante sus años dorado en la pequeña pantalla la periodista logró amasar grandes fortunas, si bien en los últimos años de su vida su patrimonio se vio reducido por diferentes situaciones.
Pese a todo, María Teresa Campos no quiso dejar preparado un testamento. Tal y como comparten desde la revista Semana, «nunca quiso hacerlo, le parecía que era como llamar a la muerte«. No obstante, a la presentadora le tranquilizaba que por ley todo lo que tenía iban a pasar directamente a manos de sus hijas, «a quienes quería dejar sus bienes«.
A lo largo de su vida María Teresa Campos había comprado varias casas. La más destacada era su mansión en Las Rozas (Madrid), con más de 2.000 metros cuadrados. Una vivienda que finalmente terminaría ‘malvendiendo’ por 2,5 millones de euros, sin poder recuperar el dinero en reformas que había invertido en ella (hasta 3 millones).
La otra vivienda que tenía en Madrid, en Pozuelo, también fue vendida hace seis años por 1,3 millones de euros. A Terelu Campos y Carmen Borrego les queda, según Semana, la herencia de la casa que la periodista tenía en Málaga. Esta, situada cerca del mar, cuenta con 200 metros cuadrados y está valorada en cerca de 1 millón de euros.
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