Tamara Falcó

La nueva vida de Tamara Falcó e Íñigo Onieva después de su boda: viaje a Australia, ático y niños

El sábado pasado contraían matrimonio en la finca El Rincón

Ana Más

Por fin el sábado se producía el evento más esperado del año, Tamara Falcó e Íñigo Onieva se daban el ‘sí quiero’ en la Finca El Rincón propiedad de la novia, dónde más de 400 invitados se daban cita en una ceremonia que estuvo precedida por una preboda y seguida de un brunch al día siguiente. Ahora la pareja comienza su vida de casados.

La pareja llegaba a las ocho y media de la mañana del domingo al hotel Ritz de Madrid, donde sobre la una del mediodía se reunían con sus invitados para agradecerles su asistencia y cariño, una cita tras la que los felices novios habrán preparado sus maletas para comenzar su luna de miel que les llevará hasta Australia. La duración inicial del viaje era de un mes pero lo han tenido que acortar debido a un compromiso.

Además, estrenan casa. Hasta ahora vivían en un piso en pleno centro de Madrid que cambiarán por el ático que la hija de Isabel Preysler compró en la zona de Puerta de Hierro, al lado de la residencia de su madre.


Tamara e Íñigo quieren tener niños pronto

El arquitecto Joaquín Torres es uno de los diseñadores del impresionante piso adquirido por Tamara, nada más y nada menos que 186m2, dos enormes terrazas, una de ellas con piscina, varias piscinas comunitarias, jardines y un spa. Así es la casa que compartirá la feliz pareja muy pronto.

Entre sus planes inmediatos está tener niños e incluso se ha especulado con la posibilidad de que Tamara estuviera sometiéndose a un tratamiento de fertilidad que hubiera podido ser el causante de que hubiera cogido algunos kilos antes de la boda. Algo que por otra parte ha solucionado con un tratamiento exprés en la clínica Buchinger de Marbella.

Aunque desde la revista Lecturas aluden a las declaraciones de la periodista Paloma Barrientos explicando el tratamiento al que podría haberse sometido la Marquesa de Griñón. «Ella es muy religiosa y hay determinados métodos que la iglesia no admite, pues lo que ella está haciendo está absolutamente permitido por la Iglesia», explicaba.

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